La Reserva Federal concluyó hoy una de
sus intervenciones más importantes en la crisis financiera de
Estados Unidos, después de haber adquirido US$ 1,25 billones en títulos de hipotecas depreciadas.
El programa comenzó a fines
de noviembre de 2008 cuando el banco
central estadounidense anunció que empezaría a comprar títulos de
deuda e hipotecas emitidos por agencias para-estatales como Freddie
Mac y Fannie Mae.
Las entidades, creadas durante la Gran
Depresión de los años 1930
para estimular el negocio inmobiliario y transformadas en
semiautónomas décadas más tarde, habían sido el motor principal de
la construcción y compra-venta de viviendas en Estados Unidos.
Su
función se acentuó desde los años 1980 cuando se volcaron
gradualmente a la "titularización" de hipotecas, que consistió en el
otorgamiento de préstamos en condiciones generosas, y la combinación
de los títulos en paquetes vendidos a inversionistas y
especuladores.
Cuando estalló la crisis de las hipotecas de alto
riesgo en 2007,
esas entidades se tambalearon y el Gobierno Federal las intervino.
El
negocio inmobiliario en Estados Unidos sigue inestable, con
caídas de precios y un número creciente de propiedades bajo
ejecución hipotecaria, pero la Reserva considera que ha llegado el
momento de retirar algunos de los instrumentos que empleó para
evitar el colapso del sistema financiero.
En diciembre de 2009 la
Reserva empleó su herramienta tradicional
de política monetaria: fijó la tasa de interés de referencia en
menos de 0,25%, con lo cual eliminó casi totalmente el
rédito del dinero en efectivo y estimuló la inversión.