La cumbre de la ASEM, que agrupa a la
Unión Europea y una veintena de países de Asia y Oceanía, apoyó hoy
la continuación de las reformas económicas y del sistema financiero
internacional para afrontar la crisis y evitar que se repita.
Esta reunión en Bruselas, a poco más de un mes de la cumbre del
G20 de Corea del Sur y con 12 de los miembros de ese foro, se
convirtió en un avance de la cita en Seúl.
Los casi cincuenta asistentes se comprometieron a realizar
"reformas estructurales, dejando atrás los modelos que crearon
debilidades en el periodo anterior a la crisis, incluyendo los
déficit públicos excesivos, deudas insostenibles", según el
documento final.
El presidente del Consejo Europeo y anfitrión de la reunión, el
belga Herman Van Rompuy, reconoció al término de la cumbre que
"todavía queda un gran trabajo por hacer" y recalcó que la reforma
del sistema financiero como "prioridad número uno".
"Los paisajes de la crisis en Asia y Europa son distintos, pero
hace falta que los países coordinen las políticas económicas" para
promover una recuperación en ambas regiones, aseguró Lee Myun-Bak,
presidente de Corea del Sur, país que acogerá la próxima cumbre del
G20.
En este sentido, Lee confió en que la cumbre del G20 produzca
resultados concretos y consideró que esta reunión de Bruselas, en la
que han participado 12 de los 20 líderes que viajarán a Seúl,
contribuya a alcanzar esos logros.
Por otro lado, y dentro de la reforma de la gobernanza económica
mundial, los líderes expresaron su apoyo al proceso de modernización
del Fondo Monetario Internacional (FMI) mediante una cesión de la
cuota de representación de los países europeos hacia los países
emergentes.