Los bancos europeos, incluyendo a BBVA y Santander en España, están recomprando las carteras de crédito de las que se deshicieron durante el año pasado para alcanzar niveles razonables de apalancamiento bajo las duras exigencias impuestas por las autoridades en medio de la crisis.
Así, esta compra selectiva de carteras en el mercado secundario -en particular de créditos de compañías con altos grados de inversión- está siendo impulsada por los mayores niveles de capital que poseen actualmente las entidades y menores costos de fondeo.
Con todo, algunos analistas consultados por Reuters estiman que estas operaciones podrían provocar una pérdida significativa, dado que estas carteras han aumentado de precio en el mercado secundario.
La banca europea, en particular las firmas españolas, francesas y alemanas, llegarían a pagar entre 500 y 800 puntos base para recomprar los activos que vendieron en 2012. Los precios en el mercado secundario avanzaron en los últimos seis meses en medio de un alza de la demanda, gracias a la mejora en la economía de la Eurozona.
Exigencias al sistema
Durante el año pasado los bancos debieron dejar ir una serie de activos en grado de inversión, dado que se encontraban amarrados a créditos tóxicos y las autoridades europeas exigieron a las entidades que se deshicieran de ellos.
El año pasado Santander cedió una cartera de créditos por US$ 3.310 millones a Bank of America Merrill Lynch en octubre pasado. BBVA, por su parte, vendió cerca de
US$ 1.320 millones a distintos compradores durante todo 2012.
El país tampoco estuvo ajeno a estos movimientos: entre 2011 y 2012 la banca chilena también negoció con sus pares europeos -especialmente franceses como BNP Paribas y Credit Agricole- la compra de activos. Santander Chile, por ejemplo, adquirió
US$ 1.000 de cartera corporativa chilena a su matriz.