Desde hace 10 años la evolución de los family office locales ha dado cuenta de la alta profesionalización de sus ejecutivos para tratar de satisfacer las necesidades de inversión de las familias de alto patrimonio. Si en 2002 la mayoría de estas organizaciones contaban mayoritariamente con un gerente de inversiones como estructura única, ahora hay gerentes de inversión de diversas áreas llegando, incluso, a departamentos de estudios y análisis para “hacer el traje a la medida de los inversionistas cada día más sofisticados”.
En cuanto al capital que manejan, desde la consultora Focus Advisor explican que con un patrimonio superior a US$ 50 millones, a las familias de alto patrimonio les conviene crear un family office porque los gastos de administración y comisiones que se les aplican en la banca privada, corredoras y otras firmas de inversión, les generan costos operacionales que hacen necesaria una administración y gestión de fondos propia.
Respecto al perfil de los profesionales que los integran, éste también ha ido variando. En un principio se privilegiaba a los ejecutivos provenientes de la banca de inversiones, “pero actualmente no basta con el conocimiento en el mercado accionario y financiero, sino también su experiencia en gestión de negocios, evaluación y valorización de empresas”, explica el socio de Focus Advisor, Raúl Rojas. Agrega que si bien la mayoría de las oficinas locales están aún en una etapa únicamente financiera, las más avanzadas tienen otras funciones fuera del manejo de activos. Incluso, varias son utilizadas como generadoras de nuevos negocios. “Los asuntos más domésticos también son parte de la administración en algunos casos; un traspaso de herencia o la administración de propiedades, pueden ser parte también de la gestión dentro del family office”, sostiene.

Perfiles no financieros
Pero la profesionalización financiera no es la única tendencia. Desde la consultora explican que la segunda derivada se relaciona bastante con inversiones en el sector real, por lo que el perfil de banquero se conjuga de muy buena manera con las finanzas corporativas, “para todo lo que tiene que ver con compra de empresas o M&A, por ejemplo”.
Si bien la sofisticación de los instrumentos financieros ya está disponible en el mercado, lo que hacen los family office “es un traje a la medida del inversionista, personalizado y bajo la supervisión directa”, afirma Rojas.
Así, un lado es el análisis financiero de las compañías que están en la mira de los diferentes family office, pero otro muy distinto es el perfil de quienes tienen experiencia real en áreas directas, como en la minería. Son los perfiles que se conoce como asesores “on demand”.
Otras fuentes de la industria comentan que el desarrollo que han alcanzado estas firmas, con diversidad de productos financieros y volumen de inversiones, las podría llevar en algún momento a competir o superar a corredoras de bolsa o bancos de inversión. Esto, a su vez, podría hacer necesario de una normativa especial.