El jueves pasado, el decano de la facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, Hugo Lavados, renunció a la presidencia de la Corredora de Bolsa de CorpGroup. ¿La razón? Desde ayer, el ex ministro de Bachelet ostenta el cargo de presidente de AFP Cuprum, incorporación que junto a la de María Eugenia Wagner, Juan Eduardo Infante, Isidoro Palma y Alejandro Echegorri marcan la nueva era de la firma que hoy controla Principal.
- ¿Cómo se suma valor a Cuprum?
- Este es uno de los temas más importantes, ya que es un sector donde los beneficios de los trabajadores, a través del crecimiento de sus fondos de pensiones, tiene una relación directa con lo que la empresa puede lograr. Tiene que haber la posibilidad de que, en conjunto con otras entidades que tiene Principal, se le agregue valor a los mismos resultados de la AFP.
- ¿Buscan ampliar el espectro de afiliados?
- Si se desea crecer en un mercado como este es necesario apuntar a distintos mercados, pero no veo tampoco que sea conveniente que el núcleo duro de la actividad de Cuprum, por lo menos en el corto y mediano plazo, se desperfile, porque ha sido en eso muy exitosa. Y en Principal tienen claro el tema.
- ¿Por qué decidió salir de CorpBanca para entrar a una AFP?
- Siento que el sistema de pensiones tiene componentes de tipo social, por la naturaleza del objetivo del sistema, que es entregar las mejores pensiones. Por otra parte, Principal, es una compañía queconozco hace tiempo. A Luis Valdés, hoy una de las figuras más importantes de la compañía, yo -como superintendente de Valores y Seguros- lo nombré Intendente de Seguros. Hay una larga vinculación de trabajo y de amistad.
- ¿Qué desafíos tiene hoy ser director de una AFP?
- Tiene una doble consideración, por una parte, es claro que se le han entregado a los directores mayores derechos, pero correlativamente mayores responsabilidades, lo que conlleva una mirada de gobiernos corporativos distinta. En segundo lugar, estar en una AFP tiene la característica de que lo que pase con los fondos administrados influye en muchas personas.
- Hoy la discusión está en si subir la tasa de cotización o la edad de jubilación. ¿De cuál es partidario?
- Hace un tiempo se ha venido planteando que los cambios demográficos en Chile están generando una proporción más grande de personas mayores, es un tema que se discutió en la comisión Marcel. El problema es que ese tipo de cambios son profundamente impopulares, por lo que el debate debiera ser al comienzo de un gobierno, no al final.
- Senadores propusieron retomar la idea de AFP Estatal. ¿Coincide?
- Creo que la crítica en esencia hace un diagnóstico correcto, pero el planteamiento de solución no tiene mucho que ver con el diagnóstico, a menos que se suponga que una AFP estatal sería más eficiente que una privada. Pero, no hay ninguna evidencia de eso. La eficiencia de las empresas públicas, medida sobre los costos sobre ingresos, no son menores a las privadas, de hecho tienden a ser mayores.
Pasar de decir que el sistema entrega pocas pensiones, a apuntar a que una AFP Estatal es la solución, es estar pegándole al mensajero. Si las personas tienen poco ahorro previsional hay que mirar las razones de ese poco ahorro.
- ¿Coincide en que en el problema está en el mercado del trabajo?
- Hay varias razones, pero esa es la más importante. El sistema es obligatorio porque todos tenemos una fuerte preferencia por el presente, antes que pensar en el futuro y es obligatorio con los que se puede obligar, que son los trabajadores con contrato.
- ¿Cree que frente a esta decisión de ahorrar para la vejez juega en contra la imagen de las AFP?
- Puede haber algo de eso, pero en definitiva, sobre todo para los niveles de ingresos medios y bajos, el tener un nivel de gastos altos para vivir el presente les hace difícil pensar en ahorrar. Estoy seguro de que si hubiera un solo sistema centralizado pasaría lo mismo.
- Muchas veces se critica las utilidades de las AFP...
- Ojalá hubiera más competencia, pero si uno mira las utilidades en relación a los fondos administrados, son absolutamente insignificantes. Una AFP que maneja sobre US$ 30 mil millones en fondos tiene menos de US$ 100 millones en utilidades. El impacto sobre la rentabilidad de los fondos es muy bajo, así como el efecto sobre las comisiones. Ahí tampoco está el tema.
- ¿Es necesaria otra reforma?
- El sistema en su conjunto por cierto que requiere modificaciones. Sin embargo, los principales problemas tienen que ver con el mercado del trabajo. Porque si las personas no cotizan, o si tienen grandes lagunas, no es viable que haya pensiones más altas.