POR ERIC ROBLEDO
En Deutsche Bank siempre lo quisieron. El nuevo presidente ejecutivo del banco alemán en Chile, Manuel Irarrázaval, recuerda que hace ocho años José Miguel Alcalde -el saliente número uno de la compañía a nivel nacional- le dijo al término de una conferencia en la que Irarrázaval fue invitado como speaker por la reestructuración de deuda que había liderado como gerente de finanzas de Endesa Chile: “tú te vas a venir a trabajar conmigo a Deutsche Bank”. Su respuesta fue: “No, yo nunca voy a ser banquero...”.
Dicha invitación -medio en broma y medio en serio- se hizo realidad cinco años más tarde, cuando el banco decidió reestructurar su área de finanzas corporativas. Ahí se concretó el salto de Irarrázaval desde el mundo industrial al financiero. El cambio fue acertado.
Estando a cargo del área, Irarrázaval ha liderado algunas de las más grandes transacciones en el mercado internacional realizadas por compañías chilenas. Entre ellas, destaca con especial entusiasmo la compra que Concha y Toro hizo al holding Brown-Forman de la viña Fetzer Vineyard por US$ 238 millones, en lo que pasó a ser la mayor adquisición individual en la historia hecha por una compañía chilena en suelo norteamericano. “Fue un honor para mí estar en San Francisco con Eduardo Guilisasti cuando firmó el contrato por la compra”, dice.
Y es que el nuevo country head de Deutsche Bank en Chile es un apasionado de las finanzas corporativas. De hecho, para su propio gusto, además de asumir el nuevo cargo como máximo ejecutivo de la firma en el país, seguirá como head of corporate finance and M&A.
El desafío del líder
Para Irarrázaval, el mundo de la banca que hoy experimenta algunos cambios relevantes a nivel internacional -sobre todo a nivel regulatorio, con sus consecuentes mayores exigencias de capital-, es un escenario especialmente fértil para innovar con nuevas soluciones financieras para los clientes corporativos.
Así, con una banca europea que -señala- tiene cada vez menor actividad en los negocios de financiación de proyectos de forma directa para empresas chilenas, Deutsche Bank Chile se encuentra desarrollando un producto que podría debutar en el futuro cercano, llamado ‘project bond’. Se trata de un instrumento de deuda que capta recursos desde el mercado en lugar de hacerlo desde un banco de forma directa. Un producto para proyectos de largo aliento, que hasta hace poco sólo se financiaban con créditos bancarios.
“En momentos de crisis hay que ponerse creativo y buscar otras formas de financiarse y de armar una transacción, porque las oportunidades están”, asegura.
Asimismo, Irarrázaval observa una evolución notoria en las empresas de Chile y Latinoamérica. Señala que se trata de un cambio de mentalidad, en el que quienes son dueños o tienen a cargo compañías locales están mucho más abiertos a aprovechar grandes oportunidades de transacciones.
Un ejemplo de ello fue la reciente venta que los activos de ING en la región, que finalmente fue adjudicada al grupo colombiano SURA. “Todos se sorprendieron de que estuvieran compitiendo mexicanos, colombianos y chilenos. Los players fuertes eran regionales y creo que eso lo vamos a ir viendo cada vez más”, dice.
Foco en la región
Debido a esta capacidad creciente de las compañías de la región para salir a buscar emisiones y transacciones más allá de sus fronteras nacionales, es que Deutsche Bank a nivel mundial decidió separar a inicios de este año a América Latina como una región independiente de ‘Las Américas’, con lo que las oficinas de la región ahora reportan directamente al directorio de Deutsche Bank en Alemania.
El giro, sin embargo, no pretende cambiar el modelo de negocios del banco en Chile, explica Irarrázaval. “No tendría ningún sentido tratar de hacer cosas distintas a las que hace el banco en el resto del mundo y en ese sentido cada área que tiene el banco en el país es una extensión de lo que tenemos afuera”, afirma. En este sentido, Irarrázaval es enfático en decir: “nuestro negocio seguirá siendo traer extranjeros a Chile y llevar a chilenos al extranjero”.
Un equipo de lujo
Cuando el presidente ejecutivo de Deutsche Bank Chile habla de la compañía a nivel local, se refiere constantemente al su equipo, pues afirma que no hace las cosas sólo.
“Cuando José Miguel me entrevistó hace tres años para el cargo de finanzas corporativas, lo que más me atrajo del banco fue el equipo y para mí lo más importante cuando se va a tomar un cargo es con quién vas a a estar trabajando”, cuenta.
Es por eso que la decisión no fue difícil, ya que Irarrázaval conocía a varios de los principales ejecutivos de Deutsche Bank, por su relación “desde el otro lado del mesón”, como la llama él.
Lo que viene para el banco, adelanta Irarrázaval, es mantenerse fuerte en algunas de las áreas que han ganado liderazgo, como la de emisión de deuda o el área de trading. La corredora de bolsa, por su parte, no se queda atrás y a la fecha marca ingresos récord por su nivel de transacciones (por un mayor nivel de flujos extranjeros hacia el mercado local).
En cuanto a finanzas corporativas, Irarrázaval señala que “hemos avanzado, hemos hecho algunas transacciones de M&A, pero es un área que se demora años en generar relaciones de confianza. Hoy día tenemos un nivel de relaciones y confianza con los actores principales de Chile súper importante y eso nos invita a seguir creciendo”, asegura.