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SBIF: Fusión de CorpBanca podría gatillar mayor exigencia de capital

El superintendente adelanta que vienen nuevas modificaciones a los límites de exposición con vinculados, relacionado a derivados y la malla empresarial.

Por: Por K.Caniupan / M.Villena
 | Publicado: Sábado 21 de diciembre de 2013 a las 05:00 hrs.
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No son pocas las lecciones que el superintendente de Bancos e Instituciones Financieras, Raphael Bergoeing, sacó de los problemas de liquidez que vivió CorpBanca. Experiencia que se reflejó en cambios normativos, y en la convicción de contar con más información sobre los conglemerados financieros.

A meses de que el banco superara la situación, y a pocos días de que se concrete la venta de la entidad, el titular de la SBIF saca punta a las modificaciones normativas, adelanta nuevos cambios, y advierte que una eventual fusión de CorpBanca debiera generar economías de escalas que tendrían que reflejarse en mejoras a sus clientes.

- ¿Cómo ven una eventual fusión de CorpBanca?


- Es una industria donde la concentración está presente en todos los mercados. En Chile tenemos sólo 23 bancos, los primeros 4 explican más del 50% de las colocaciones. Pero cuando miras el mercado americano, donde hay más de 7.000 entidades, los primeros 4 también explican más del 50% de los préstamos. Hay una característica muy fuerte asociada a escala que justifica que los bancos traten de tener tamaños significativos para ser eficientes.

- ¿Pero les preocupa?


- La preocupación del regulador es sobre el efecto sistémico que esto puede tener. Pero, no hay que olvidar, que estas economías de escalas que generan los bancos a través de un mayor tamaño, tienen que reflejarse en un mejoramiento de las condiciones para los clientes.

Para que esta ventaja además se produzca, tiene que venir acompañada de competencia, pero eso es más difícil de conseguir cuando hay mayor concentración. Ahí hay un rol de la regulación, de generar un contexto que la favorezca, que sigan entrando bancos, así como el rol del retail financiero, cooperativas, etc.

Pero además tenemos la institucionalidad en Chile de la FNE y TDLC, que se hace cargo de esto.

- ¿La aprobarán a pesar del tamaño?


- No tenemos un prejuicio a favor ni en contra. Pero cualquier fusión requiere la aprobación de la SBIF. Y la legislación contempla la exigencia de capital adicional cuando la fusión concentra una participación de mercado superior al 15% y 20% de las colocaciones. Y por tanto tenemos atribuciones para exigir más capital si es necesario.

- ¿Eso considerando o no Colombia?


- En el caso de CorpBanca Colombia, se está consolidando en Chile. Si aprobamos la fusión exigimos que consolide en Chile.



Las lecciones


- ¿La Superintendencia de Colombia ha pedido información por la situación del banco en Chile?


- En reuniones trimestrales me junté durante el proceso de compra CorpBanca Colombia, y luego durante los cuestionamientos por el impacto de SMU en el banco. Tuve dos conversaciones con el titular del regulador colombiano para informarle.

- ¿Le sigue preocupando la situación del banco?


- Hoy estoy tranquilo con el proceso que llevamos a cabo, tanto en el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF), el Comité de Superintendentes y en la SBIF. Fue un período complicado, representó un desafío importante para esta institución, así como para CorpBanca.

Pero es interesante recalcar que los montos involucrados de SMU con CorpBanca eran, con cualquier métrica, inmateriales. Y, sin embargo, hubo cuestionamientos en el mercado. Una de las enseñanzas es la necesidad de tener una institucionalidad que se haga cargo de bancos que son parte de grupos económicos. Hay que avanzar hacia una supervisión consolidada.

- ¿Qué otras lecciones sacó?


- Que las superintendencias que tienen mandatos que son específicos a cada una de ellas, tengan un grado de interacción que permita reducir eventuales problemas de normativas específicas al sector. Esa es la primera gran lección, avanzar en coordinación.

- ¿La banca está preparada para situaciones de iliquidez? Porque el gobierno tuvo que mediar la situación entre el banco y los institucionales.

- Creo que las autoridades económicas, las tres superintendencias financieras, el Banco Central y Hacienda, tuvieron un desafío de coordinación. En la medida que se van complejizando los grupos económicos, se hace más difícil para el mercado evaluar los impactos negativos en un banco, y pone de relieve la necesidad de tener más información.

Pero esto además generó un cambio normativo, porque la situación de CorpBanca estuvo asociada a un instrumento en particular, que fue el uso de un Fondo de Inversión Privado (FIP), y nosotros hicimos un cambio sobre exposición con vinculados de los bancos. Generamos nuevas presunciones de vinculación a través de estos créditos o instrumentos.

- ¿Habrá más cambios en esa línea?


- Cambios relacionados con las mallas de los grupos en los que están los bancos, y de instrumentos complejos como derivados son modificaciones que se vienen, y espero que estén listas dentro de este año.

- ¿Hay alguna idea de cambio normativo a los niveles de apalancamiento que deben tener los controladores de bancos?


- En la medida en que se tenga una separación entre el banco y el resto del grupo, se tiene un nivel de mitigación de riesgo adecuada. Y en nuestra opinión eso hoy en día es así.

Pero nuestra preocupación fundamental, más que con los límites, era la posibilidad de utilizar instrumentos financieros nuevos para establecer relaciones con el controlador, y que redujeran el nivel de aislamiento que tiene que tener el banco.

 Sistema de obligaciones económicas es el único déficit


Compleja ha sido la relación del superintendente con el retail financiero. Actualmente la SBIF se encuentra enfrentada al gremio en tribunales, luego que éste denunciara la presunta ilegalidad de la Circular N°40, que obliga al comercio a entregar de manera desagregada información sobre sus clientes, e informar las deudas asociadas a los RUT.
"Estamos en tribunales. Hemos alegado y explicado que si bien tiene un traslape con el sistema de obligaciones económicas, esto tiene un objetivo distinto y un ámbito de aplicación diferente, con un único fin de supervisión", explica Bergoeing.
Para el superintendente, además, "los cambios regulatorios en el último tiempo en relación a los emisores no bancarios de tarjetas de crédito han ido cerrando brechas regulatorias, y generando incentivos para que la industria se vaya alineando en función de estos cambios. Y una posibilidad es que estos modelos pasan a homogeneizarse, y van moviéndose hacia el paraguas bancario", apunta.
¿Positivo? Según el superintendente, "es algo que me parece razonable porque como SBIF creemos que los bancos están razonablemente bien regulados, los conocemos y creemos que tienen experiencia en materia de entregar créditos de consumo. A mí me parece que es un avance en el mercado del crédito de consumo chileno".
Además, enfatiza el regulador, el mercado chileno ha ido avanzando en una dirección en que se había quedado un poco rezagado, ya sea en términos de cambios normativos o de decisiones de la industria.
"Lo único que va quedando en el ámbito del emisor de crédito no bancario para tener una regulación más homogenea, y eliminar la brecha supervisora, es el sistema de obligaciones económicas, que es muy poco probable que pueda estar terminado en lo que queda de la administración de este gobierno. Ese es un déficit desde nuestra perspectiva", comenta Bergoeing.

 

Cambio en provisiones: "Costará varios cientos de millones"

Hace un par de día la SBIF puso en consulta un cambio a la normativa sobre provisiones. Y el cambio no es menor. La propuesta del regulador crea un modelo único sobre el cual los bancos deben establecer provisiones para los créditos hipotecarios, aunque abre la puerta para que, aquellos bancos que decidan seguir usando su actual metodología, sigan haciéndolo. Aunque eso tendrá un costo.
Al respecto, Raphael Bergoeing explica que "el impacto es un número condicional a la decisión que tome el banco de adoptar o no el modelo estándar. Pero estamos hablando de una industria con activos de 1,3 veces el PIB, y depósitos de US$ 100.000 millones. En esos contextos, provisiones de cientos de millones de dólares son inmateriales en el largo plazo. Pero hay una variable adicional, que es una condición de primera aplicación: esas mayores provisiones
que deben ser definidas si el banco
va a seguir el modelo estándar, o
mantiene el interno, pueden cargarlas contra patrimonio y no contra las utilidades del año. Pero este cambio es por una vez, y el impacto con seguridad va a superar la centena de millones de dólares".
Sin embargo, la aplicación de los modelos no será inmediata.
Según el superintendente, "pensando en que hay un costo de implementación, queríamos que entendieran que esto va a ser gradual, probablemente de aquí a 2015. Pero va a requerir un trabajo conjunto, que empezará en las visitas que haremos a los bancos el próximo año como parte de nuestra labor de supervisión, para estudiar el modelo que están analizando a la luz de las nuevas exigencias, en caso de que no quieran adoptar el modelo estándar que estamos proponiendo".
En las próximas semanas, la SBIF pondrá en consulta nuevos cambios, relacionados esta vez con las carteras de créditos de consumo y PYME.
Junto con ello, informarán respecto de las condiciones que deberán cumplir los bancos para poder seguir utilizando su modelo interno.

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