La capacidad de una organización de entender el contexto en el cual está inserta es clave para desarrollar su negocio en armonía con su entorno.
Una empresa consciente es capaz de identificar los riesgos e impactos que sus decisiones y actividades generan en el medio ambiente y la sociedad, estableciendo una jerarquía de medidas de mitigación para evitar, minimizar o compensar los impactos ocasionados a sus trabajadores, las comunidades y el medio ambiente.
También promoverá una participación efectiva de las comunidades afectadas y suministrará los medios para que esto ocurra durante todo el ciclo de la actividad, dando a conocer de forma transparente la información ambiental y social pertinente.
En la minería, por ejemplo, la licencia social para operar es un concepto que está adquiriendo gran importancia. Ésta es el nivel de aceptación o aprobación permanente a una industria o proyecto por la comunidad local y otros stakeholders (grupos de interés). Con el fin de obtenerla, muchas firmas asignan un rol estratégico al proceso de participación, diálogo y compromiso con estos grupos.
Hay dos tipos de procesos que las empresas emplean en el trabajo con stakeholders: la consulta y la negociación, los que están relacionados. El grado de credibilidad, transparencia y confianza establecida en la consulta afecta la eficacia de la negociación.
No todas las firmas lo entienden. Algunas, enfocadas sólo en la negociación se involucran con las partes interesadas cuando están frente a un problema o están buscando derechos a un recurso que permita continuar sus operaciones. Esto es un obstáculo importante en el logro de relaciones de largo plazo. Construir relaciones lleva tiempo. La confianza, el respeto mutuo y la comprensión, son intangibles que se desarrollan y evolucionan gradualmente.
La participación, diálogo y compromiso con las partes interesadas desde el principio -como parte de la estrategia de negocio principal- permite un cultivo proactivo de las relaciones que pueden servir como "capital" en momentos difíciles. Por el contrario, iniciarlas reactivamente o en tiempos de conflicto puede crear percepciones negativas difíciles de superar con el tiempo.
En resumen, una empresa consciente asigna un valor estratégico al diálogo regular e inclusivo con todos sus grupos de interés, en particular las comunidades vecinas, con el fin de identificar expectativas, preocupaciones e intereses, y tenerlas en cuenta en el proceso de toma de decisiones.