Como una economía pequeña y abierta, Chile está sintiendo los
efectos de la recesión global y la declinación en los precios de los
commodities. Sin embargo, está en una mejor posición que muchos países
de América Latina y otras regiones, gracias a la sólida posición
financiera del sector público, para implementar políticas para encarar
la crisis.
Desde la escalada de la crisis financiera global seguido al colapso de
Lehman Brothers en septiembre de 2008, Chile ha aprobado dos paquetes
de estímulo. El primero, en octubre, ayudó a restaurar los flujos de
capital en el sistema financiero gracias a la inyección de liquidez en
los mercados locales. El segundo, anunciado el 5 de enero, es un
paquete de estímulo fiscal con un monto equivalente al 2,8% del PIB, e
incluye un programa de recortes tributarios, mayor gasto de capital y
transferencias de capital.
Impulso al crédito
El paquete de octubre fue considerado un éxito, y el sector financiero
de Chile sigue sólido, con muy buenos niveles de liquidez. Sin embargo,
al igual que los sistemas financieros de otros países, los bancos
siguen siendo muy conservadores en sus estándares de crédito, y el
ministerio de Hacienda, dirigido por Andrés Velasco, está buscando
maneras de animar a los bancos a reanudar los préstamos, en particular
a pequeñas y medianas empresas (Pymes). Se espera para los próximos
meses un paquete de estímulo a los préstamos bancarios.
Velasco está considerando sus opciones en este momento, que incluyen la
reducción del riesgo de los préstamos a las Pymes. Esto puede hacerse a
través del fortalecimiento de estructuras ya existentes, incluyendo una
ampliación en el rol de la Corfo, la agencia estatal de desarrollo
económico, como un garante parcial para préstamos, y capitalizando
Fogape, el fondo de garantías de préstamos patrocinado por el estado.
El banco comercial estatal, BancoEstado, que es particularmente fuerte
en el mercado de las hipotecas y consumidores de bajos ingresos,
recibió capital fresco por valor de US$ 500 millones a fines de 2008, y
otro apoyo como ese al banco también es una posibilidad, que el
ministro argumenta podría forzar a otros bancos a volverse más
competitivos.
Fortalecer la demanda
El segundo paquete, el plan de estímulo fiscal aprobado en enero, está
diseñado para entregar un impulso contra-cíclico al crecimiento. Esta
es una reivindicación de la regla fiscal chilena, que, al exigir un
superávit fiscal anual obligatorio, ha dado al gobierno la capacidad de
implementar políticas contracíclicas. La regla fiscal ha garantizado la
solvencia del sector público, y los grandes excedentes del cobre en los
últimos años, han ayudado a Chile a crear sustanciales activos en el
exterior a través de dos fondos soberanos. Estos tienen ahora un valor
de US $ 27 mil millones (16% del PIB), y no han sido afectados por las
turbulencias del mercado internacional de valores, ya que están
invertidos casi exclusivamente en bonos soberanos y bonos del Tesoro.
El paquete de estímulos fiscales de US $ 4 mil millones, es equivalente
a un punto extra en el PIB por en fondos extra para el gasto público,
otro punto porcentual del PIB en recortes de impuestos y 0,8 puntos
porcentuales del PIB en transferencias directas de capital. Velasco
dice que esto ayudará a que el PIB crezca entre 2% y 3% este año, un
pronóstico algo más optimista que el de la Economist Intelligence Unit,
que considera que el crecimiento será de sólo 1%. Esto se debe a
nuestra proyección más pesimista para el crecimiento del PIB mundial,
que impactará el crecimiento de las exportaciones chilenas, y a datos
recientes de producción industrial y ventas de retail apuntan a una
desaceleración más pronunciada que lo que se creyó antes.
Panorama exportador
Los volúmenes de exportación ciertamente sufrirán este año, pero Chile
tiene ventajas comparativas en muchos sectores de la economía, debido
en parte a una mayor competitividad debida a la depreciación del peso
desde $490 por dólar en julio de 2008, hasta $620 por dólar en la
actualidad. Aunque la demanda global por importaciones está bajando
drásticamente, la contracción será variada en los diferentes sectores.
La demanda de cobre, la mayor exportación chilena, será mucho menor
este año que en el pasado reciente, afectando tanto el volumen como el
valor (el precio del cobre se ha derrumbado los últimos meses) de las
exportaciones
Sin embargo, Chile es también un gran productor agrícola y de productos
relacionados con ésta, y la demanda por muchos de ellos no está cayendo
tan rápido como la industria pesada. Muchas de esas compañías están
ahora manteniendo o aumentando sus volúmenes de exportación arrebatando
cuotas de mercado a países menos competitivos.
Incertidumbre en la inversión
Las perspectivas para la inversión son también variadas. El ambiente
global para las inversiones ha sufrido un cambio estructural desde
septiembre de 2008, y todos los países enfrentan menores niveles de
inversión para los próximos años. Chile no es la excepción. Un nuevo
informe difundido por la Corporación para Desarrollo Tecnológico y
Bienes de Capital, que mide la inversión en Chile, dice que proyectos
de inversión por US$ 17,2 mil millones en Chile previstos para los
próximos cinco años se han postergado o suspendido, con la minería y
construcción como los sectores más afectados.
Sin embargo, los planes de inversión en el sector energético no han
sido afectados por la crisis global, y si bien 2008 probará ser el peak
del ciclo de inversión, Chile es todavía atractivo para la inversión
extranjera y local.
Reunión de líderes
Velasco, que pasó por Londres camino al Foro Económico Mundial en
Davos, Suiza, dijo a la prensa que esperaba aprender más de las
políticas de otros países para enfrentar la crisis global y que
confiaba en levantar el perfil internacional de Chile - tanto en las
reuniones de Davos como mediante lobby durante el encuentro de las
naciones industriales del G20 en marzo (de las que Chile no es
miembro). Velasco desea impulsar un esfuerzo coordinado para reunir
fondos para instituciones financieras internacionales como el Banco
Interamericano de Desarrollo para facilitar préstamos a países que no
tienen la estabilidad fiscal que tiene Chile.
El gobierno chileno también confía en que conseguirá ser miembro de la
OCDE antes del final del mandato de la presidenta Michelle Bachelet (en
marzo de 2010), lo que ayudaría a elevar la estatura internacional de
Chile.
En general, considerando como ha enfrentado Chile hasta ahora el
sombrío panorama económico, muchos de los países y representantes con
que Velasco se encontró en Davos, tienen mucho más que aprender de
Chile que lo que éste tiene que aprender de ellos.