Crean método que elimina efecto de gas estelar y mejora el estudio de las estrellas
El polvo y el gas disminuyen la intensidad de la luz de los cúmulos globulares, por lo que los estudios se han centrado en aquéllos que no lo tienen.
Por: | Publicado: Martes 20 de marzo de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Francisca Orellana
Una de las grandes dificultades que ha tenido el estudio de las regiones centrales de nuestra galaxia, la Vía Láctea, ha sido la gran presencia de polvo y gas interestelar en estas zonas, que han impedido hacer observaciones más precisas entre la Tierra y las estrellas allí situadas. Esto porque el gas y el polvo disminuyen la intensidad con que se percibe la luz de las estrellas, alterando también su color real al enrojecerlas.
Tal dificultad está dejando de ser un problema luego de que un grupo de astrónomos, liderado por investigadores de las universidades Católica y de Michigan (EEUU), crearan un método basado en un modelo estadístico, que permite eliminar el efecto del gas y del polvo, pudiendo así estudiar con mayor precisión las agrupaciones de estrellas -cúmulos globulares-, del centro de la galaxia y analizar cómo y qué tan rápido se formó la Vía Láctea. La técnica fue aplicada con éxito en observaciones de cúmulos globulares obtenidas con el telescopio Magallanes, del Observatorio de Las Campanas en la IV Región, y del telescopio espacial Hubble, en un trabajo pionero que les valió la portada de marzo de la revista Astronomical Journal.
“El gas y polvo presentes no son continuos, van cambiando dependiendo de qué zona del cúmulo globular se mire, por lo que mapeamos esa región para conocer su distribución y poder saber cuánta luz se ha extinguido del cúmulo. Así podemos obtener datos tal como si no hubiera nada en nuestra línea de visión”, explica Javier Alonso, astrónomo del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la UC y líder del estudio.
25 cúmulos globulares
Se han encontrado 150 agrupaciones de este tipo en nuestra galaxia y, la gran mayoría de los análisis que existen, corresponde a los situados en las regiones externas de la Vía Láctea. Los del centro, “no daban resultados concluyentes en cuento a su edad o distancia, por efecto del gas, y por eso se habían dejado un poco de lado”, explica Alonso.
Para comprobar su método, los científicos se centraron en el estudio de 25 cúmulos, que son los más difíciles de observar. “Gracias a que hemos logrado sacar el efecto del gas, hemos conseguido buenos datos. El siguiente paso será compararlo con modelos teóricos y tener sus caracteríscticas (edad, distancia, composición química o metalicidad), de tal manera de responder preguntas hasta ahora desconocidas sobre cómo se formó y evolucionó la región central de la Vía Láctea”, indica.
Una de las grandes dificultades que ha tenido el estudio de las regiones centrales de nuestra galaxia, la Vía Láctea, ha sido la gran presencia de polvo y gas interestelar en estas zonas, que han impedido hacer observaciones más precisas entre la Tierra y las estrellas allí situadas. Esto porque el gas y el polvo disminuyen la intensidad con que se percibe la luz de las estrellas, alterando también su color real al enrojecerlas.
Tal dificultad está dejando de ser un problema luego de que un grupo de astrónomos, liderado por investigadores de las universidades Católica y de Michigan (EEUU), crearan un método basado en un modelo estadístico, que permite eliminar el efecto del gas y del polvo, pudiendo así estudiar con mayor precisión las agrupaciones de estrellas -cúmulos globulares-, del centro de la galaxia y analizar cómo y qué tan rápido se formó la Vía Láctea. La técnica fue aplicada con éxito en observaciones de cúmulos globulares obtenidas con el telescopio Magallanes, del Observatorio de Las Campanas en la IV Región, y del telescopio espacial Hubble, en un trabajo pionero que les valió la portada de marzo de la revista Astronomical Journal.
“El gas y polvo presentes no son continuos, van cambiando dependiendo de qué zona del cúmulo globular se mire, por lo que mapeamos esa región para conocer su distribución y poder saber cuánta luz se ha extinguido del cúmulo. Así podemos obtener datos tal como si no hubiera nada en nuestra línea de visión”, explica Javier Alonso, astrónomo del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la UC y líder del estudio.
25 cúmulos globulares
Se han encontrado 150 agrupaciones de este tipo en nuestra galaxia y, la gran mayoría de los análisis que existen, corresponde a los situados en las regiones externas de la Vía Láctea. Los del centro, “no daban resultados concluyentes en cuento a su edad o distancia, por efecto del gas, y por eso se habían dejado un poco de lado”, explica Alonso.
Para comprobar su método, los científicos se centraron en el estudio de 25 cúmulos, que son los más difíciles de observar. “Gracias a que hemos logrado sacar el efecto del gas, hemos conseguido buenos datos. El siguiente paso será compararlo con modelos teóricos y tener sus caracteríscticas (edad, distancia, composición química o metalicidad), de tal manera de responder preguntas hasta ahora desconocidas sobre cómo se formó y evolucionó la región central de la Vía Láctea”, indica.