Por Claudia Rivas Arenas
Desde hace rato en la UDI miraban con envidia hacia la tienda del frente -RN-, que luce con orgullo una amplia gama de eventuales candidatos a la Presidencia de la República, mientras que el gremialismo parecía huérfano, tras los infructuosos esfuerzos de la reciente campaña. Esta situación preocupaba a la nueva directiva, liderada por Ernesto Silva, y consciente de que en las filas de la tienda empezaba a gestarse una inquietud respecto del tema, optó por levantar la bandera y echar a correr a todos los nombres posibles. Pero detrás de esta decisión se esconde una estrategia clara y definida que el timonel viene amasando desde antes de asumir.
Hace unos días, Silva sorprendió con una retahíla de nombres de posibles candidatos a que podría echar mano la UDI. Inmediatamente el tema se prestó para la “chacota” en todo el espectro político. Pero el timonel gremialista no está para bromas; tampoco fue casualidad, ni un lapsus; muy por el contrario, ésta es parte de una estrategia imprescindible para activar al partido, tras un proceso eleccionario desalentador y del que la tienda salió mal parada. Desde la mesa explican que “en una situación de voto voluntario y de primarias internas lo que quiere provocar Ernesto es que quienes aspiran a ser candidatos presidenciales lo expliciten y salgan a la calle a defender nuestras ideas y a buscar votos. Es decir, quiere generar las condiciones para ganar una primaria en el marco de la Alianza”.
Ello, dado que sus vecinos presumen a lo menos de tres candidatos y que la imagen de Sebastián Piñera sigue muy presente tanto al interior de la UDI como de RN, donde existen grupos que estiman que es difícil que en tres años surja una figura capaz de derrotar al ex mandatario en las primarias del sector. También está el hecho de que el fundador de Fuerza Pública, Andrés Velasco, ya demostró su capacidad de arrebatarle votación a la derecha en las primarias del 2013, con banderas que en la Alianza identifican como propias, y el jefe gremialista quiere evitar que este trasvasije se repita.
Cartas con “perfil social”
En la casona de calle Suecia explican que dado el actual escenario político, lo más probable es que quien resulte ser el representante del sector “surja de un conjunto de factores nuevos y no dependa de la figura del candidato en sí”. En este cuadro, y a raíz de las burlas que ha provocado la nómina, argumentan que el “perfil republicano” que se buscaba en los aspirantes a La Moneda está en retirada y que ahora toman ventaja representantes más sociales.
De allí que la táctica de abrir la temporada de presidenciables en la UDI vaya profundamente ligada a una estrategia que han llamado de “activación social por la libertad”, que no es más que la necesidad de que el partido salga a la calle a defender sus ideas, aprovechando que “por primera vez en décadas las gente se está movilizando por nuestros valores”. Por lo que los candidatos en terreno y movimientos sociales como los que se generaron a raíz de las reformas tributaria y educacional deberían converger, provocando el surgimiento de un “liderazgo social”, que sería quien logre interpretar mejor esas ideas, convirtiéndolo -eventualmente- en el triunfador de las primarias de la derecha.
Un elemento fundamental de la estrategia diseñada por Silva se relaciona conque el trabajo que se haga para levantar un candidato presidencial del partido, abriéndole espacios a todos los que tengan aspiraciones, debe ser “funcional para la UDI y no para proyectos personales”, requisito básico difícil de controlar en un ambiente competitivo.
Para eso se está preparando la UDI, cuyos dirigentes no están dispuestos a jugar a la improvisación en esta materia. E incluso admiten que este modelo de un candidato en terreno, social, es el que de alguna manera levantó al actual senador, entonces alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón como uno de los presidenciables de RN, bajo la atenta mirada del ex presidente de la colectividad Carlos Larraín.