Economía y Política
Larraín desacredita argumentos que llevaron reajuste de salario mínimo a comisión mixta
Presidente de Adimark, en tanto, aseguró que el discurso económico del gobierno es “exitista y sin matices”, lo que constituye una ofensa para los sectores más pobres del país.
Por: | Publicado: Viernes 24 de junio de 2011 a las 05:00 hrs.
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Por S. Vega / G. Cerda
Luego que el Senado rechazara este miércoles, el reajuste de 5,5% del salario mínimo propuesto por el gobierno, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, manifestó su decepción con el actuar de los parlamentarios, calificando las diversas opiniones opositoras como de “poco peso”.
“Es frustrante la discusión en el Congreso, porque pareciera que los argumentos tienen poco peso y que lo que importa es hacer un punto político, y que quienes realmente están detrás de esto, que son los que tienen menos, no importan mucho”, señaló enfático el secretario de Estado.
En medio de su presentación en el seminario “Perspectivas Económicas 2011-2012: Chile en la ola emergente de América Latina“, organizado por Ia Asociación Interamericana de Periodistas de Economía y Finanzas (Aipef) y Banco Santander, el titular de las Finanzas Públicas apuntó hacia la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en especial en contra de su presidente, Arturo Martínez, por trabar el largo período de negociación pidiendo un porcentaje muy alejado de lo que habían pactado.
“Resulta que uno de los firmantes (la CUT) dice que no le gusta y que quiere 10,5%, después de haber trabajado cinco meses”, indicó Larraín, para luego especificar que “después, en el Congreso, me dicen ´ministro, Ud. tiene que dialogar´, en circunstancias que dialogamos cinco meses con representantes de todos los sectores, del mundo laboral, de las PYME, del mundo académico, de la Sofofa y la CPC”. El enojo del ministro se fundamenta, según sus propias palabras, en que la fórmula consensuada por la misma mesa técnica integrada por las partes, acordó establecer como parámetros “la inflación más la productividad, la cual arrojaba un 4,4% de reajuste, sin embargo, el gobierno hizo un esfuerzo adicional y presentó un 5,5%”, aseguró, aunque finalmente esa cifra no logró satisfacer a los senadores del bloque opositor. “Esperamos que esto se resuelva favorablemente en la comisión mixta”, expresó Felipe Larraín, en una instancia que sesionará la primera semana de julio.
“Exitosísimas cifras económicas”
En el mismo seminario donde el titular de Hacienda hizo sus descargos, expuso el director del Banco Santander y presidente de Adimark, Roberto Méndez, quien no eludió los dichos del secretario de Estado en torno al actual momento de la economía y, sobre todo, al debate que acompaña el reajuste del salario mínimo. “Si uno se quedara en las exitosísimas cifras económicas que nos mostró el ministro de Hacienda, realmente el país debería estar exuberante, el gobierno en las nubes en sus niveles de aprobación y la sociedad muy tranquila, pero la realidad es que no es eso, es muy diferente, entonces hay una paradoja que está teniendo lugar en el país”, afirmó categórico el titular de Adimark.
Aunque Roberto Méndez reconoció que Chile ha tenido una historia reciente -en los últimos 25 años- de bonanza económica extraordinaria, indicó que el verdadero problema es el “tipo de crecimiento”, que favorece a un grupo reducido de personas y que “está dejando fuera e, incluso, está perjudicando a otros”, refiriéndose al grupo más pobre, que él identificó como D/E.
“Creo que el discurso económico exitista, sin matices del gobierno, es ofensivo y agresivo para el grupo D/E, porque ellos están peor, entonces, cuando les dices que estamos creciendo, creo que es agresivo para ellos. Allí hay un gérmen de los problemas que estamos viviendo”, formuló el presidente de Adimark.
Por otra parte, y con bastante más moderación en sus palabras, Andrés Concha, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), argumentó que la discusión sobre el sueldo mínimo siempre “genera una controversia entre el poder Ejecutivo y el Congreso. Normalmente, lo que ocurre es que cuando se pasa por el Parlamento se alcanza un acuerdo que representa un reajuste un poco mayor que el que está proponiendo el Ejecutivo”.
El dirigente gremial añadió, al mismo tiempo, que “lo que uno más echa de menos es la definición de una regla que sea consensuada en la comunidad política, de manera que la discusión se lleve dentro de ese marco establecido y que entre todos han acordado respetar”.
Luego que el Senado rechazara este miércoles, el reajuste de 5,5% del salario mínimo propuesto por el gobierno, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, manifestó su decepción con el actuar de los parlamentarios, calificando las diversas opiniones opositoras como de “poco peso”.
“Es frustrante la discusión en el Congreso, porque pareciera que los argumentos tienen poco peso y que lo que importa es hacer un punto político, y que quienes realmente están detrás de esto, que son los que tienen menos, no importan mucho”, señaló enfático el secretario de Estado.
En medio de su presentación en el seminario “Perspectivas Económicas 2011-2012: Chile en la ola emergente de América Latina“, organizado por Ia Asociación Interamericana de Periodistas de Economía y Finanzas (Aipef) y Banco Santander, el titular de las Finanzas Públicas apuntó hacia la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en especial en contra de su presidente, Arturo Martínez, por trabar el largo período de negociación pidiendo un porcentaje muy alejado de lo que habían pactado.
“Resulta que uno de los firmantes (la CUT) dice que no le gusta y que quiere 10,5%, después de haber trabajado cinco meses”, indicó Larraín, para luego especificar que “después, en el Congreso, me dicen ´ministro, Ud. tiene que dialogar´, en circunstancias que dialogamos cinco meses con representantes de todos los sectores, del mundo laboral, de las PYME, del mundo académico, de la Sofofa y la CPC”. El enojo del ministro se fundamenta, según sus propias palabras, en que la fórmula consensuada por la misma mesa técnica integrada por las partes, acordó establecer como parámetros “la inflación más la productividad, la cual arrojaba un 4,4% de reajuste, sin embargo, el gobierno hizo un esfuerzo adicional y presentó un 5,5%”, aseguró, aunque finalmente esa cifra no logró satisfacer a los senadores del bloque opositor. “Esperamos que esto se resuelva favorablemente en la comisión mixta”, expresó Felipe Larraín, en una instancia que sesionará la primera semana de julio.
“Exitosísimas cifras económicas”
En el mismo seminario donde el titular de Hacienda hizo sus descargos, expuso el director del Banco Santander y presidente de Adimark, Roberto Méndez, quien no eludió los dichos del secretario de Estado en torno al actual momento de la economía y, sobre todo, al debate que acompaña el reajuste del salario mínimo. “Si uno se quedara en las exitosísimas cifras económicas que nos mostró el ministro de Hacienda, realmente el país debería estar exuberante, el gobierno en las nubes en sus niveles de aprobación y la sociedad muy tranquila, pero la realidad es que no es eso, es muy diferente, entonces hay una paradoja que está teniendo lugar en el país”, afirmó categórico el titular de Adimark.
Aunque Roberto Méndez reconoció que Chile ha tenido una historia reciente -en los últimos 25 años- de bonanza económica extraordinaria, indicó que el verdadero problema es el “tipo de crecimiento”, que favorece a un grupo reducido de personas y que “está dejando fuera e, incluso, está perjudicando a otros”, refiriéndose al grupo más pobre, que él identificó como D/E.
“Creo que el discurso económico exitista, sin matices del gobierno, es ofensivo y agresivo para el grupo D/E, porque ellos están peor, entonces, cuando les dices que estamos creciendo, creo que es agresivo para ellos. Allí hay un gérmen de los problemas que estamos viviendo”, formuló el presidente de Adimark.
Por otra parte, y con bastante más moderación en sus palabras, Andrés Concha, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), argumentó que la discusión sobre el sueldo mínimo siempre “genera una controversia entre el poder Ejecutivo y el Congreso. Normalmente, lo que ocurre es que cuando se pasa por el Parlamento se alcanza un acuerdo que representa un reajuste un poco mayor que el que está proponiendo el Ejecutivo”.
El dirigente gremial añadió, al mismo tiempo, que “lo que uno más echa de menos es la definición de una regla que sea consensuada en la comunidad política, de manera que la discusión se lleve dentro de ese marco establecido y que entre todos han acordado respetar”.