Innovación y Startups

Emprendimiento que transforma alimentos descartados por estética en snacks prueba piloto en EEUU

La ingeniera agrónoma Adriana Behm, cofundadora del The Imperfect Project, señala que proyectan alcanzar números azules en 2023, mientras siguen sumando opciones a su portafolio de productos, como una nueva línea para mascotas.

Por: Teresa Espinoza | Publicado: Viernes 18 de noviembre de 2022 a las 14:19 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Mientras estudiaba agronomía vio muchas veces cómo se perdían frutas y verduras sólo por un asunto estético. Los productores los botaban porque no satisfacían los estándares de presentación que predominaban en el mercado.

“Se pierden toneladas, números extremadamente altos de alimentos. Yo no podía entender por qué habíamos llegado a esos estándares estéticos tan elevados”, cuenta Adriana Behm, emprendedora que unos años después de titularse y tras trabajar un tiempo en otras áreas, creó The Imperfect Project, con el objetivo, justamente, de rescatar esos descartes y convertirlos en productos saludables.

“Siempre me estaba fijando en los supermercados, en las ferias, en las tiendas e iba preguntando. Con la pandemia, que me dio más tiempo para pensar, llegué a la idea de hacer algo que tuviera impacto social y ambiental, y ahí empecé a buscar el equipo y nos lanzarnos a la piscina el año pasado”, relata.

Sus socios en el emprendimiento son su hermana Amanda y Pedro Mena, que las complementa con el ámbito más financiero. Cuentan ahora además con otros profesionales, con estudios en alimentos, marketing, ventas. “Una de las cosas importantes que yo quería hacer era tener un equipo potente y que pudiera manejar distintas áreas, porque un emprendimiento es mucho trabajo, son muchas cosas que hay que ir haciendo al mismo tiempo”, señala.

-¿Cómo es el proceso?

-Lo primero es comprar frutas, verduras y otros alimentos que se descartan por temas estéticos. Los compramos a precio de mercado para así valorizar los costos de los productores y que no hagan esa pérdida. Los pasamos por todos los procesos de sanitización, inocuidad, y después vamos viendo qué podemos crear.

Nuestro primer producto fueron unas barritas tipo cereal con fruta, snacks. Y hoy estamos ya sacando otras líneas. Lo último que estamos lanzando son cuatro productos nuevos para mascotas, y unas barritas altas en proteínas.

The Imperfect Project partió en agosto del año pasado y en febrero pasado en supermercados y farmacias. “Ha sido un paso muy acelerado”, comenta.

-¿Para cuándo tienen previsto tener resultados positivos?

-El próximo año. Por ahora, el foco es ir sacando distintos productos que hagan más conocida la marca y así ir creciendo, y aumentar el equipo porque hoy nos están faltando manos para hacer cosas.

También tenemos foco en levantar una ronda de capital, incorporar más socios que también sean agentes activos dentro de la empresa y tener más recursos para poder ir haciendo otros proyectos que tenemos en carpeta y que van saliendo día a día. Hasta hace poco estábamos abarcando solo fruta y verdura, y ahora estamos también con algunos productos cárnicos y hay muchos más.

Tenemos desde septiembre un programa piloto ya andando en Amazon, en Estados Unidos. Queremos darle fuerza a eso, porque son mercados más grandes y que ya tienen esta cultura de la reincorporación de estos alimentos un poco más avanzada que nosotros.

Adriana Behm dice que durante este tiempo han financiado su empresa con ahorros propios y con el apoyo de programas como Startup Chile, de las universidades Del Desarrollo y Los Andes, y ahora recientemente fue una de las tres ganadoras del Premio Emprendedora de Scotiabank Chile.

-¿Cómo ha sido esta experiencia para ti en términos personales?

-Siempre digo que este tiempo se ha multiplicado por cinco. Siento que cada día he aprendido muchísimo, y estos apoyos que hemos recibido muchas veces también vienen con mentorías y cursos. Ha sido un periodo como de esponja, de estar aprendiendo constantemente y reinventando, mejorando el producto.

-¿Qué ha sido lo más difícil?

-Partimos en pandemia y pensamos que cuando tuviéramos el producto más terminado ya habría más apertura, y no fue así. Entonces tuvimos que tomar la decisión de lanzar productos sin un testeo, sin que las personas lo hubiesen probado. Eso fue complejo porque después hemos tenido que ir adaptando cosas que quizás en otra instancia la podríamos haber arreglado más rápido y más barato. Pero nos sirvió para no quedarnos estancados y poder lanzar y partir con la empresa. Si no hubiéramos tenido que partir este año.

-¿Qué cosas tuvieron que arreglar?

-Algunas texturas, algunos sabores. Lanzamos un producto que era muy del gusto vegano, que no está mal, pero son productos que, por ejemplo, tienen muchas ciruelas, muchas pasas. Y en general, no hay tanta costumbre de esos sabores, entonces dejamos nuestra línea vegana, pero agregamos una más tradicional.

-Además de crecer en productos, ¿qué más viene para la empresa?

-Queremos ser sostenibles económicamente y también estamos con un foco grande de educación. Queremos crear una comunidad fuerte en redes sociales, en nuestra página web, y no sólo vender sino también enseñar cómo ser más sostenibles, aportar un granito de arena.

Lo más leído