El trámite para sacar adelante el reglamento de etiquetado de alimentos habría sido suspendido a la espera de que la Presidenta Michelle Bachelet designe al nuevo titular del Ministerio de Salud (Minsal).
Este cargo está vacante hace quince días, tras la renuncia de Helia Molina, siendo ejercido en subrrogancia por el subsecretario Jaime Burrows.
Lo que resta para que la normativa pueda entrar en vigencia es la toma de razón por parte de la Contraloría General de la República, proceso que según dijo Molina, previo a su salida del gabinete, iba a iniciarse la semana pasada, algo que finalmente no sucedió, ya que según comentaron fuentes del Minsal, se habría optado por suspender este envío hasta que se produzca el citado nombramiento.
"Hemos estado trabajando intensamente en la redacción del documento. Diría que está 99,9% listo. Hay algunos detalles relacionados con los plazos de evaluación, de los límites propuestos y de la gradualidad y el impacto de esto en cambios de consumo y de tecnología de la industria alimentaria", explicó a fines de diciembre el subsecretario de Salud, en el marco de la cuenta pública del ministerio.
En la oportunidad la autoridad explicó que en el reglamento, que no ha estado exento de críticas por parte de la industria nacional y de apoyos por parte de instituciones internacionales, se han recogido las aprensiones sobre algunos puntos manifestadas por industrias extranjeras, confirmando que, hasta ese momento, los únicos pronunciamientos de organismos internacionales en la materia procedían de la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se mostraron "a favor y apoyando" las modificaciones.
La propia FAO sugirió en una carta enviada en noviembre al gobierno reducir a la mitad el límite de contenido de azúcares totales en alimentos, limitar el contenido de azúcares totales a un máximo de 5g/100gr en alimentos sólidos y 2,5g/100 ml en líquidos, y agregar en el sector educativo asignaturas de educación alimentaria nutricional para promover hábitos de vida saludables.
También valoró la implementación gradual en un plazo de dos años.