Las empresas familiares se están transformando en el principal motor de las economías del mundo y generadoras de empleo. En Chile, representan el 78% de las firmas, con una participación del 61% en las ventas totales, según la más reciente Radiografía de Empresas Familiares en Chile, de la Universidad del Desarrollo (UDD).
De ahí la importancia de proyectarlas y que se traspasen generacionalmente, sin dificultad. Un punto no menor, considerando que el emprendimiento no se traspasa en los genes, sino que se fomenta educando las capacidades de los hijos, generando redes y entregando conocimiento, explica Timothy Habbershon, uno de los gurú del re-emprendimiento transgeneracional Familiar, académico de Babson College y consejero de familias empresarias americanas y europeas.
Acota que es la única manera de mantener el espíritu emprendedor y seguir creando valor en el tiempo. Ése es el desafío y los padres deben generar relaciones horizontales, de mayor igualdad con sus hijos, entre los 20 y 30 años.
“Es bueno darles voz y aprender a conversar. Es la única manera que puedan desarrollar sus capacidades, y pasar de una mirada paternalista a una más de mentor”, comenta el ejecutivo que participó en la conferencia “Potenciando el emprendimiento dinámico con el poder F”, de la UDD.
En este punto coincide Gonzalo Jiménez, director del Centro de Familias Empresarias & Gobierno Corporativo de la casa de estudios, quien asegura que las firmas no deben olvidar las relaciones familiares. “Se deben cultivar a lo largo del tiempo”, plantea.