General Motors (GM) informó que sus ganancias se vieron afectadas en US$ 1.100 millones por los aranceles de Donald Trump, y admitió no tener un plan a corto plazo para recuperar los niveles de rentabilidad previos.
La automotriz con sede en Detroit anunció este martes ganancias ajustadas de US$ 2,53 por acción, por encima del consenso de Bloomberg (US$ 2,33), pero por debajo de los US$ 3,06 obtenidos en igual período del año anterior. Las utilidades también se vieron impactadas por mayores costos de garantía y un aumento en el inventario de vehículos eléctricos, que perderán subsidios federales bajo el presupuesto aprobado recientemente por Trump.
Los resultados reflejan las dificultades que enfrentan las automotrices para mantener sus márgenes en un entorno que penaliza las cadenas de suministro globales y las ventas transfronterizas. Aunque superaron las expectativas, las ganancias en el crucial mercado estadounidense cayeron debido a aranceles a vehículos importados desde Canadá, México y Corea del Sur.
GM no ha elevado sus precios base —ya altos— lo suficiente para compensar el golpe arancelario. En su lugar, optó por absorber el impacto mediante recortes de costos y la repatriación de parte de su producción.
La CEO, Mary Barra, aludió a estos desafíos en una carta a los accionistas: “Estamos posicionando el negocio para un futuro rentable y sostenible, mientras nos adaptamos a las nuevas políticas comerciales y fiscales, y a un entorno tecnológico en rápida transformación”, afirmó, recordando el anuncio de junio de trasladar parte de la producción desde México a EEUU.
Las acciones de GM cayeron 5,9% hasta los US$ 50,07 a las 9:40 a.m. en Nueva York.
Aranceles
A pesar del entorno adverso, GM aumentó sus ventas en EEUU durante el trimestre y logró por segunda vez consecutiva ganancias en China, donde las utilidades mejoraron en US$ 175 millones respecto al año anterior. Sin embargo, el ingreso neto cayó 35%, desde US$ 2.900 millones en el segundo trimestre de 2024 a US$ 1.900 millones este año.
La compañía señaló que podría compensar un tercio de su exposición arancelaria —estimada en entre US$ 4 mil millones y US$ 5 mil millones— durante el segundo semestre, a medida que se consoliden sus estrategias de mitigación. No obstante, advirtió que el impacto de los aranceles podría ser mayor en el trimestre en curso que en el anterior.
El mes pasado, GM anunció una inversión de US$ 4 mil millones para aumentar la capacidad de sus plantas en Michigan, Kansas y Tennessee. Parte de esta estrategia incluye fabricar más SUV pequeños y pickups grandes en EEUU en vez de México.
La empresa mantuvo su previsión anual de ganancias antes de intereses e impuestos (Ebit) entre US$ 10 mil millones y US$ 12.500 millones. En mayo había recortado su estimación desde los US$ 15.700 millones proyectados en enero.
El analista Chris McNally, de Evercore, señaló en una nota que el mantenimiento del pronóstico “podría ser una leve decepción” para algunos inversionistas que esperaban una revisión al alza.
Otros factores no relacionados con aranceles también golpearon los resultados del trimestre. En abril, GM anunció el retiro de casi 600 mil camionetas por un defecto en el motor, lo que generó costos por US$ 300 millones.
Además, aumentó su inventario de vehículos eléctricos en medio del lanzamiento de nuevos modelos y esfuerzos por incentivar las ventas, lo que generó pérdidas por US$ 600 millones. A esto se sumó un menor precio en ventas de flotas, con un impacto negativo de US$ 200 millones.
En total, las ganancias operacionales en América del Norte cayeron US$ 2 mil millones frente al mismo trimestre de 2024. Los ingresos bajaron 1,8%, a US$ 47.100 millones, debido en parte a precios más débiles.