El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, advirtió hoy de que si la actual crisis de la deuda soberana en el continente continúa, la presión acabaría por extenderse de los países periféricos al centro de la UE.
Almunia, en una conferencia sobre regulación y competitividad celebrada en Lisboa, subrayó que existe "el riesgo" de que el mantenimiento de esta presión sobre la deuda vuelva a generar "problemas muy serios en el sistema bancario".
El comisario precisó que se están dando los pasos necesarios para atajar esta crisis de la deuda soberana, y auguró nuevas medidas en las próximas semanas, entre ellas dotar de más flexibilidad y capacidad de financiamiento al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, creado tras el rescate financiero de Grecia.
"Es necesario seguir tomando decisiones y aplicar de forma eficaz los planes de consolidación presupuestaria para reducir las tensiones en los mercados de deuda pública", recordó.
En su opinión, el incremento de la presión sobre la deuda soberana ocurrido a principios de año -sobre todo en Portugal, con el interés por encima del 7 por ciento- se debió "a la sobrerreacción" de los mercados, a los que acusó de "pasarse de vueltas en la aceleración y en la frenada".
Respecto a las emisiones de deuda pública realizadas esta semana -en Grecia, Portugal, España e Italia-, consideró que fueron recibidas por los compradores "de forma muy positiva", lo que ha permitido "rebajar tensiones".
En este sentido, Almunia discrepó del premio Nobel de Economía Paul Krugman, quien consideró ruinosa la tasa de interés a la que colocó Portugal su deuda el pasado miércoles -6,716 %, casi una décima menos que en la anterior subasta-.
"Krugman es un gran economista, pero ignora magníficamente cómo funciona Europa o la Unión Europea. Era un cronista excepcional cuando analizaba el anterior Gobierno de EEUU; en cambio el que trata de analizar lo que pasa en Europa no merece un premio Nobel", afirmó.