Por Isabel Ramos Jeldres
España recibió ayer el salvavidas que necesitaba para salir a flote. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, aseguró que su institución hará “todo lo que sea necesario” para proteger a la zona euro. Eso bastó para que la bolsa española registrara su mayor avance en dos años, pero dejó con gusto a poco a los máximos representantes del Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
“Dentro de nuestro mandato, el BCE está preparado para hacer lo que sea necesario para preservar el euro. Y créanme, será suficiente”, afirmó Draghi en una cumbre empresarial organizada en Londres en el marco de los Juegos Olímpicos.
El personero aseguró que “en el momento en que las primas soberanas (costos de endeudamiento) dañan el funcionamiento de los canales de transmisión de la política monetaria, ya entran en nuestro mandato”, como ya sucede con España e Italia.
Las declaraciones impulsaron al Ibex, que cerró con un alza de 6,06%, su mayor subida desde mayo de 2010. La rentabilidad del bono a diez años cerró en 6,92% y la prima de riesgo (medida como el diferencial entre el bono español y alemán a diez años) terminó la jornada en 560 puntos base.
Opciones abiertas
Los analistas se preguntan ahora qué camino tomará el BCE para apoyar a España. Las dos opciones que generan mayor consenso son: reactivar las compras de bonos o entregar una licencia bancaria al fondo de rescate permanente (MEDE).
El miércoles, el gobernador del Banco de Austria y miembro del consejo de gobierno del BCE, Ewald Nowotny, dijo que otorgar una licencia bancaria al MEDE para que pudiera recibir financiamiento del banco central tenía mérito.
Para el estratega de Monument Securities, Marc Ostwald, la referencia al daño en la transmisión de política monetaria del BCE “da una pista de un posible intento de sortear las restricciones a la compra directa de bonos soberanos”. Sin embargo, advirtió a Reuters, esto puede contar con la resistencia de las autoridades alemanas y sus representantes en el BCE.
Algo diferente planteó a Bloomberg el director de investigación macroeconómica de ABN Amro, Nick Kounis. Para él, Draghi mencionó las interrupciones en una clara alusión a la compra de bonos, ya que el banco argumentó que este programa se usó para mejorar el funcionamiento de la política monetaria.
De todos modos, las palabras de Draghi fueron consideradas insuficientes por los líderes del FMI y la OCDE, quienes demandaron más agresividad del banco central, aprovechando que estaban todos participando de la cita en la capital británica.
“Draghi ha dicho esta mañana que hará lo que haga falta para salvar el euro, pero ha advertido que lo hará dentro de lo que permite el mandato del BCE. Haría falta más flexibilidad para poder utilizar todos los instrumentos necesarios para resolver la crisis, sino se volverán a producir resultados insatisfactorios”, alertó el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
“Es verdad que, como dice Mario, la eurozona tiene menos déficit y deuda que Estados Unidos y Japón. Pero eso no sirve si no hay unidad económica, fiscal y bancaria. Pido a Europa que cumpla sus compromisos de avanzar en su integración. La cumbre de líderes europeos del fines de junio fue positiva, pero sólo fue un paso en la dirección correcta”, acotó Christine Lagarde, directora gerente del FMI.