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El auge de los SPAC: los nuevos vehículos de inversión que hacen furor en Wall Street

Los bancos de inversión están en una carrera por posicionarse en esta nueva tendencia que ofrece una conveniente ruta alternativa para que las empresas se abran a bolsa.

Por: Financial Times | Publicado: Miércoles 12 de agosto de 2020 a las 11:24 hrs.
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R. Henderson, E. Platt y O. Aliaj en Nueva

La última vez que Credit Suisse estuvo codo con codo con empresas como Morgan Stanley y Goldman Sachs como uno de los principales suscriptores de ofertas de acciones, el banco suizo todavía incluía las palabras First Boston en su nombre.

Pero este año, una nueva tendencia en Wall Street ha vuelto a ubicarlo entre los tres grandes por primera vez desde 2005: el auge de las llamadas “compañías de cheque en blanco”.

Las Compañías de Adquisición de Propósito Especial (SPAC, sigla en inglés), han pasado de ser un segmento de nicho en los mercados de valores a convertirse en una popular ruta alternativa para que las empresas se abran a bolsa. Estos vehículos recaudan dinero de los inversionistas con el objetivo de encontrar una empresa no listada para comprar; si los patrocinadores no lo hacen dentro de un período determinado, el SPAC se disuelve y el dinero se devuelve a los accionistas.

El auge de los SPAC ha generado una gran cantidad de ingresos por comisiones para los suscriptores y ha llevado a varios bancos de inversión a reorganizar sus equipos de acciones para seguir la tendencia.

"El mercado está en auge", dijo Christian Nagler, socio del bufete de abogados Kirkland & Ellis. "Todos los grandes bancos están enfocados en los SPAC y estamos viendo un gran aumento en los emisores nuevos de alta calidad".

Crecimiento explosivo

Los SPAC han recaudado US$ 23.900 millones este año a nivel mundial, eclipsando el récord del año pasado con un alza de 70%, según el proveedor de datos financieros Refinitiv. La mayor parte, US$ 23.600 millones, se levantaron en Estados Unidos. Las “compañías de cheque en blanco” ahora representan uno de cada cinco dólares recaudados en Ofertas Públicas Iniciales (OPI), aproximadamente tres veces la participación del año pasado.

Los bancos de inversión que han ayudado a impulsar el auge de los SPAC no forman parte de la misma élite conocida por ganar la mayoría de los codiciados mandatos para las OPI de los líderes tecnológicos en los últimos años. Cantor Fitzgerald, un banco de inversión de tamaño mediano basado en  Nueva York, fue el principal suscriptor de SPAC el año pasado, seguido por Deutsche Bank.

Citigroup y Credit Suisse también han creado importantes negocios de SPAC, asesorando en muchos de los mayores listamientos de “empresas cheque en blanco” en el último tiempo y este año compiten por llevarse el primer lugar.

"Las personas que no han tenido tanta experiencia están tratando de desarrollarla", dijo Doug Adams, codirector global de mercados de capital accionario en Citi.

Citi ha liderado las cuatro ofertas de SPAC de Churchill Capital, una firma dirigida por el exnegociador de Citi Michael Klein. El mes pasado Klein llamó la atención de los banqueros de Wall Street cuando uno de sus SPAC logró comprar la compañía estadounidense de atención médica MultiPlan por US$ 11 mil millones.

Mientras tanto, Credit Suisse ha suscrito los tres SPAC liderados por Chamath Palihapitiya, el exejecutivo de Facebook cuya primera “compañía cheque en blanco” se fusionó con Virgin Galactic el año pasado, abriendo al grupo de viajes espaciales de Richard Branson al mercado de valores.

Los banqueros ahora están cortejando a otros veteranos y ejecutivos de adquisiciones que podrían liderar sus propios SPAC. Chinh Chu, el ex "gurú" de Blackstone, ha lanzado cuatro SPAC, incluidos dos este año, con el gestor de fondos de Nueva York Neuberger Berman.

Bill Foley, un ejecutivo de seguros, lanzó tres y tiene como objetivo recaudar US$ 1.200 millones con un cuarto presentado este mes. Bill Ackman, el multimillonario administrador de fondos de cobertura, presentó el mes pasado su primera oferta, recaudando US$ 4 mil millones para buscar un “unicornio” tecnológico, la mayor suma jamás levantada en un SPAC.

"Las firmas de capital privado de marca y los ejecutivos del mercado bursátil aportaron una nueva luz a los inversionistas y potenciales empresas que querían fusionarse con un SPAC", dijo Bennett Schachter, el principal banquero de SPAC de Morgan Stanley que se incorporó el año pasado procedente de Goldman Sachs.

Goldman, que se ha ubicado entre los cinco principales suscriptores de SPAC desde que comenzó el auge en 2017, se ha destacado respecto de sus mayores rivales porque ha lanzado sus propios vehículos “cheque en blanco”. El primero, que cotizó en 2018, recaudó US$ 600 millones y en febrero se fusionó con Vertiv, un grupo de infraestructura digital. El segundo SPAC del banco recaudó US$ 700 millones en junio.

Ventajas frente a una OPI tradicional 

Las tarifas para crear un SPAC pueden ser elevadas. Los bancos generalmente obtienen 2% de los ingresos cuando se concreta la OPI y 3,5% cuando el SPAC encuentra una empresa para comprar y completa su adquisición. Aunque eso es menos que la tarifa de 7% que los bancos ganan tradicionalmente con una nueva cotización, también tienen otras formas de generar ingresos.

Las empresas “cáscara” a menudo deben reunir capital adicional para financiar sus adquisiciones, por ejemplo. Y a medida que buscan objetivos, los banqueros suelen presentar potenciales candidatos para comprar.

Las empresas no listadas que de otro modo habrían explorado una OPI se han visto atraídas por los SPAC porque la mayoría de los términos financieros se negocian a puerta cerrada y se finalizan antes de que se anuncie un acuerdo. En una flotación tradicional, por el contrario, el precio "se anuncia al final", dijo Nagler de Kirkland. Ese grado adicional de certeza puede brindar mucha comodidad, dijeron los banqueros.

"Lo que estamos viendo es la punta del iceberg de lo que está sucediendo", aseguró Niron Stabinsky, director de SPAC de Credit Suisse.

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