El gobierno de Grecia comenzó una carrera para restablecer la
confianza de los mercados internacionales tras ser reducida la calificación de
su deuda pública, desplomarse la
Bolsa de Atenas y sonar las alarmas en los mercados
financieros y en toda la zona del euro.
"O acabamos con la deuda, o la deuda acaba con nosotros", reconoció
hoy el jefe del Gobierno griego, el socialista Giorgos Papandreu.
Por su parte, el titular de Economía, Giorgos Papaconstatinos, prometió hoy
"hacer todo lo posible para recuperar la confianza con medidas
determinadas para reducir el déficit y controlar la deuda pública que alcanza
el 113% del Producto Interior Bruto (PIB)".
Por su parte, el ministro de Trabajo, Andreas Loverdos, reconoció hoy que el
desempleo podría alcanzar el 18% de la población activa.
Entre las medidas destinadas a salvar la economía griega, el ejecutivo anunció
la reducción en un 10% de los gastos públicos, congelar las nuevas
contrataciones en el sector público en 2010 y reducir los contratos en 2011,
así como inyectar unos US$ 881 millones frenar el creciente desempleo.
Además, prometió políticas fiscales más duras para aumentar los ingresos del
Estado y un sistema fiscal de mayor justicia social.