Internacional
“Grecia tiene que hacerse competitiva”
John Williamson Miembro senior del Peterson Institute for International Economics
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 3 de febrero de 2012 a las 05:00 hrs.
Esta semana la atención continuó centrándose en la crisis europea, especialmente en Davos, cuyas discusiones no afectaron notoriamente la visión de la crisis. El otro tema principal fue la disparidad, que pasó a ser un conflicto mayor (finalmente) en la política de EEUU, entre las riquezas de Mitt Romney (en la publicación de sus declaraciones de ingresos) y en el discurso del Estado de la Unión del presidente (que se enfocó en la imparcialidad).
Fitch anunció rebajas de cinco países de la eurozona (dos pececitos, pero también Bélgica, Italia y España) el viernes. Los rendimientos de los países periféricos han continuado como un yo-yo: abajo el viernes, pero arriba a inicios de semana. Aunque se ha escuchado que la crisis llegó a su punto máximo, los conflictos subyacentes siguen sin solución: el público griego estaría resistiendo la presión de recortes salariales del sector privado, lo que le da poca esperanza a que se alcance la deseada “devaluación interna”, y sin esto parece no haber perspectivas de una voluntad expansionista en Grecia, mientras siga con el euro. Incluso si Grecia alcanza la amortización deseada de su deuda con el sector privado, lo que sigue negociando, esto no abrirá la posibilidad de una expansión continua de la economía griega: sólo cuando Grecia se haga distintivamente competitiva internacionalmente será concebible que esto será posible sin el estímulo de un crecimiento excesivo del crédito. Mientras los problemas griegos continúen sin resolverse, queda la amenaza de un futuro contagio y de ahí la especulación de una avalancha. Los pronósticos preven recesión europea este año.
Afuera de Europa, las perspectivas son mejores, aunque en este punto nadie está previendo un crecimiento particularmente fuerte. Asia emergente está saliendo de su depresión estadística, lo que parece haber sido inducido en gran parte por la interrupción de sus cadenas de abastecimiento a raíz de las inundaciones en Tailandia. El crecimiento del empleo en EEUU sigue siendo distintivamente positivo. La producción japonesa se ve más fuerte, al menos temporalmente. Cualquier desaceleración del entre 9% y 10% del año pasado en China (la cifra oficial no ha sido publicada) sería probablemente pequeña. Estas son partes del mundo con la energía suficiente para generar una recuperación autónoma, por lo que se puede concluir que las perspectivas de crecimiento rápido parecen bastante escasas. En el lado positivo, los indicadores mundiales sí apuntan a un crecimiento continuo, por lo que la amenaza de una doble recesión sigue siendo una mínima apuesta.