El primer ministro nipón, Yukio Hatoyama,
reconoció hoy que el país no podrá mantener su disciplina fiscal y
se verá obligado a aumentar su deuda en el año fiscal 2010, que
comienza en abril, hasta alcanzar al menos los 44 billones de yenes
(338.130 millones de euros o US$ 497.930 millones).
Según el mandatario japonés, la necesidad de fondos para superar
la crisis hará inevitable que la emisión de nueva deuda en forma de
bonos alcance o supere la barrera de los 44 billones de yenes, una
cifra que el Gobierno había prometido no sobrepasar.
El primer ministro pidió que los detalles sobre la emisión de
deuda estén claros para la próxima semana, cuando está previsto que
se presenten las pautas para el presupuesto de 2010, dijo hoy el
portavoz del Gobierno, Hirofumi Hirano, citado por la agencia Kyodo.
Según Hirano, el empeoramiento de la situación económica de Japón
ha obligado a revisar el techo de emisión de deuda al que se
comprometió el nuevo Gobierno.
Por su lado, el ministro de Finanzas, Hirohisa Fujii, se opuso a
aumentar el límite de emisión de bonos, ya que "el nivel de vida de
los japoneses no se verá afectado si el Gobierno se ajusta al límite
anterior", opinó.
Japón, la segunda economía mundial, se enfrenta al empeoramiento
de su situación presupuestaria debido a la crisis, con una deuda
pública en aumento y cercana al 200 por ciento de su Producto
Interior Bruto (PIB).
Así, para cuando termine el actual ejercicio fiscal la deuda
pública alcanzará los 53,5 billones de yenes (411.136 millones de
euros), superando por primera vez desde 1946 a los ingresos por
impuestos, de 36,9 billones de yenes (283.568 millones de euros).