Internacional

La peor recesión de su historia arrastra a la UE

La agrupación cerrará un año de números rojos hasta límites inéditos y de amenazas contra su joven unión monetaria.

Por: | Publicado: Jueves 31 de diciembre de 2009 a las 15:01 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

La peor crisis que se recuerda desde la Segunda Guerra Mundial ha dejado a los estados europeos en números rojos hasta límites inéditos y amenaza con desestabilizar seriamente su joven unión monetaria.

Cuando las principales economías europeas empezaban a superar la recesión en este último trimestre del año, la grave situación presupuestaria de Grecia, uno de los dieciséis miembros de la zona del euro, ha vuelto a disparar en Europa la alarma por temporal.

Analistas y expertos alertan abiertamente de un peligro sobre el que antes no se atrevían a hablar en público: la posibilidad de que un miembro del selecto club del euro pueda declararse en quiebra y arrastrar en su caída a otros socios.

El caso griego es complejo y tiene su raíz en el descontrol interior, pero ilustra el destrozo que todavía pueden ocasionar en Europa las ondas de una crisis que empezó siendo financiera, con origen al otro lado del Atlántico, y que ha terminado convirtiéndose en económica y social, y se ha ensañado con el viejo continente.

Según las últimas previsiones de la Comisión Europea, todos los países de la Eurozona salvo Luxemburgo y Finlandia acabarán 2009 con déficit presupuestarios superiores al límite de 3% del PIB que establece el pacto de estabilidad y crecimiento.

En 2010 la situación será todavía peor, porque los dieciséis miembros del euro superarán el techo y, en el conjunto de los Veintisiete, sólo se librará Bulgaria.

Los números rojos alcanzarán el año próximo porcentajes espectaculares: 14,7% del PIB en Irlanda, 12,9% en el Reino Unido, 12,3% en Letonia, 12,2% en Grecia y 10,1% en España.

Al desequilibrio automático que ocasiona la recesión, en virtud de la pérdida de ingresos fiscales y el aumento de los subsidios por desempleo y otros gastos sociales, se ha sumando el impacto de las millonarias ayudas públicas destinadas a la reanimación de la economía y al rescate del sistema financiero.

A principios de octubre, la Comisión de la UE cifraba en el 5% del PIB europeo el volumen total de las medidas presupuestarias, nacionales y comunitarias, aprobadas para sostener la economía del bloque en 2009 y 2010.

Esos fondos públicos se están destinando en la UE a cuatro tipos de medidas: el apoyo al consumo de las familias; el apuntalamiento de la inversión; la ayuda a sectores industriales clave como el automóvil, y la mejora del funcionamiento del mercado de trabajo.

Bruselas ha calculado que todas esas medidas en apoyo del sector bancario representan un 12,7% del PIB de los Veintisiete (11,2% en la Eurozona).

A pesar de los claros signos de mejora en la situación económica general -la Eurozona registró un crecimiento de 0,4% en el tercer trimestre y el peligro de deflación parece conjurado-, los gobiernos han optado por mantener los estímulos generales y los apoyos al sistema financiero.

Como referencia general, los ministros de Finanzas han acordado que la retirada de los estímulos fiscales deberá comenzar como muy tarde en 2011, siempre que la Comisión Europea confirme en sus sucesivas previsiones que la recuperación económica se consolida y se mantiene por sí sola.

Pero no han fijado una "estrategia de salida" clara, con plazos, para la retirada de los apoyos a la banca, lo cual le da margen a España para llevar a cabo la necesaria reestructuración de sus cajas de ahorro.

El resultado de todos estos esfuerzos es un paisaje fiscal desolador: una veintena de países tienen abiertos ya procedimientos por déficits excesivos, que en último término, si no se eliminan a tiempo, pueden acabar en sanciones.

La Comisión Europea ha dado de plazo hasta 2013 a la mayoría de los gobiernos para que eliminen esos déficits insostenibles.

Bruselas ha recompensado con un año suplementario -respecto al plazo que se les había impuesto anteriormente-, a España (2013), Francia (2013), Irlanda (2014) y el Reino Unido (2014-15), porque han tomado "medidas efectivas" aunque la recesión les haya impedido cumplir de momento el objetivo de reducción.

Lo más leído