Latinoamérica se prepara para un período de auge después de la crisis financiera global, pero no hay que confundir optimismo con euforia, advirtió a DF el director senior de calificación soberana para Latinoamérica de Standard & Poors, Joydeep Mukherji. Tenemos optimismo, pero cauteloso, porque obviamente hay riesgos, aseguró. Pero estamos hablando de desafíos que son mejores a los que normalmente se ven en Latinoamérica después de una recesión global, acotó.
Por ejemplo, afirmó, hablamos de cómo manejar el influjo de capital en lugar de cómo evitar la salida de capital, cómo manejar tasas de crecimiento que puedan estar por encima de la tasa de tendencia, en lugar de cómo recuperar desde la recesión. Desde esta perspectiva histórica soy optimista, pero no estamos empezando una época de oro, aclaró.
Liderazgo regional
Al ser consultado por los países que van a liderar el crecimiento de la región, el experto aclaró que el país que tiene crecimiento más alto no necesariamente es el que está en mejor posición para enfrentar los desafíos. Un ejemplo de ello es Paraguay, que habría crecido más de 10% en 2010, pero pese a ello no está en la misma posición de Chile o Brasil para enfrentar problemas externos, consignó.
Por eso, en lugar de hablar de crecimiento como una meta por sí misma, prefiero hablar de la fortaleza de las economías para seguir avanzando, y de su capacidad para absorber los shocks negativos externos, explicó.
En ese sentido, los tres países que tienen grado de inversión, Chile, Perú y Brasil, son los que están en mejor posición para enfrentar los problemas, aunque no necesariamente sean los que crecerán más rápido.
Chile está en mejor posición, gracias a su perfil financiero, bajo nivel de endeudamiento del gobierno, flexibilidad monetaria y fiscal, tratados de libre comercio con casi todo el mundo y fondos de estabilización económica, aseveró.
Respecto de la intervención que han realizado los bancos centrales latinoamericanos en el mercado cambiario, Mukherji aclaró que S&P no se refiere al tema, a menos que las medidas tengan un impacto en los indicadores que la firma considera clave, como la tasa de crecimiento, inflación, balance fiscal, inversión extranjera y política monetaria, entre otras.
El impacto es lo importante, no la política en sí, porque el impacto puede ser muy diferente entre un país y otro, aseguró.
Amenazas en 2011
En lo que se refiere a las amenazas que enfrentarán los países latinoamericanos este año, el economista afirmó que los países más avanzados, como Perú, Chile, Brasil y Colombia, tienen margen de maniobra para enfrentar un shock externo.
Esto se relaciona con la amenaza de una crisis en el sector financiero, pero también con una caída de la demanda por exportaciones.
En los países con meta de inflación, destacó, la respuesta de los gobiernos ante una crisis es más clara, pero en las naciones con instituciones más débiles y menor flexibilidad fiscal y monetaria el riesgo político es más alto.
Uno de los temas que preocupan a nivel mundial es el rápido crecimiento del precio de los alimentos, que en diciembre del año pasado llegó a un récord, según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
Mukherji explicó que el incremento de los precios de los commodities agrícolas tendrá un impacto distinto en los miembros de la región. Los exportadores de alimentos, como Argentina, Paraguay y Brasil, se pueden beneficiar. El resto de las naciones puede sentir un impacto negativo. Sin embargo, aclaró el experto, ese será un problema difícil, pero no insuperable, porque los gobiernos ya tienen herramientas para enfrentarlo y proteger a la población más vulnerable.