Los líderes de la Unión Europea (UE) comenzaron hoy una cumbre de dos días
profundamente divididos sobre la propuesta alemana de reabrir el Tratado
de Lisboa para endurecer las sanciones por indisciplina fiscal y para
resolver futuras crisis de deuda en la eurozona.
A su llegada a
la sede del Consejo Europeo, varios jefes de Estado y Gobierno
mostraron su desacuerdo con la canciller alemana, Angela Merkel, a
propósito especialmente de su exigencia de que se retire el derecho de
voto a los países que incumplan las nuevas reglas de rigor
presupuestario.
Merkel, al llegar a la reunión, volvió a
insistir en que la reforma del Tratado es necesaria para poder encajar
un mecanismo permanente de rescate de países en dificultades y también
la retirada del derecho de voto.
"Quisiera discutir sobre la
suspensión de los derecho de voto. Defenderé que una política que pone
en riesgo el euro, que pone en riesgo a la Unión Económica y Monetaria,
pone en riesgo a la UE como un todo", anunció a los medios la canciller.
"Hablaremos de este tema tan controvertido, yo lo pondré en el orden del día", recalcó.
Merkel aseguró que la zona euro necesita un mecanismo, "un
procedimiento que implique también a los bancos y a los fondos de
inversión, que ganan grandes intereses. Para que el contribuyente no
cargue con toda la responsabilidad".
La reforma que pretende
el Gobierno alemán busca no sólo hacer inatacable jurídicamente
cualquier futuro mecanismo de rescate, sino hacer participar en él al
sector financiero, con el fin de que los estados no aparezcan como la
última garantía.
Las primeras declaraciones de los gobernantes
europeos, antes del debate de esta tarde, mostraron cierta disposición a
abordar una reforma del Tratado, siempre que se trata sólo de algo muy
limitado.
El más claro fue el primer ministro luxemburgués y
presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, que se volvió a
manifestar en contra de retirar el derecho de voto en la UE a los países
que no cumplan sus compromisos de disciplina presupuestaria, una idea
-según él- "a la que no hay que dar continuidad".