“Hemos tenido bastante trabajo simplemente en calcular los efectos de las distintas propuestas (de la Comisión Bravo)”.
Con esas palabras el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, puso sobre la mesa que el silencio del gobierno en materia de pensiones desde la entrega del informe final de la instancia -el cual se ha extendido por más de diez meses- sería en parte consecuencia de un trabajo incompleto. Declaraciones, que junto a los cuestionamientos de Salvador Valdés, economista de Clapes-UC a la propuesta B, han hecho escalar el conflicto, y entre medio dejar en evidencia las divisiones dentro de la misma Comisión Bravo.
En esta oportunidad es Andras Uthoff, ex comisionado y uno de los líderes detrás de la Propuesta B, quien toma la palabra, no sólo para emplazar a Salvador Valdés, sino además para atribuir responsabilidades al presidente de la Comisión de Pensiones, David Bravo, en que la solicitud de realizar los cálculos no haya llegado a la Dipres, como correspondía.
“Nuestro diseño de un sistema mixto fue entregado para revisar su costeo a la Secretaría de la Comisión desde fines 2014”, dice Uthoff, quien explica que en ese momento fueron encargados los cálculos.
Luego, el comisionado atribuye responsabilidad a Bravo, quien votó por la propuesta A, de que la Dirección de Presupuestos no recibiera la instrucción respectiva.
“En esta cadena de responsabilidades, la ciudadanía debe preguntarse por qué y donde se falló. Si la Dipres no recibió solicitud alguna, no es su responsabilidad, pero tampoco lo es de los autores de la propuesta B. Nosotros hicimos y entregamos nuestras propias proyecciones con la debida antelación. Antes siquiera que existiera la propuesta A”.
Y es que, entre medio del conflicto, la Dipres señaló que todo lo solicitado por la Comisión Bravo fue trabajado y entregado.
Las divisiones
Más allá de en qué parte del camino se perdió el mensaje, lo que dejan ver las palabras de Uthoff es la división al interior de la comisión, la que no pudo finalizar con una propuesta única, pese a la extensión del plazo.
A ese punto también se refirió el ministro de Hacienda como un obstáculo al momento de desarrollar un proyecto. “Si fuese tan simple esto, la Comisión Bravo habría llegado a una sola propuesta, no a tres”, dijo en una de sus declaraciones Rodrigo Valdés.
Palabras que dejan entrever que dentro del propio gobierno y específicamente en el Comité de ministros, las visiones serían diferentes. Esto también sería una razón detrás de por qué el ejecutivo, hasta antes de la marcha del domingo 24 de julio y que el tema pensiones se instalara en la agenda, habría optado por no desarrollar un proyecto de ley en la materia.
Y es que respecto de las propuestas de la Comisión no habría decisión tomada, más allá del número de votos que tuvo cada una. Esto, se demostraría con la visita que realizaron Andras Uthoff y Christian Larraín hace aproximadamente dos meses a la secretaría técnica del Comité de Ministros a explicar la Propuesta B.
Las ideas de la comisión
Propuesta A.
Propone el aumento de los beneficios entregados por el Pilar Solidario, el incremento en 2% la cotización en la cuenta individual, además del alza del tope imponible y de la edad de jubilación. Propone la utilización de tablas de mortalidad unisex.
Propuesta B.
Propone incorporar un fondo colectivo solidario a donde se destinan las cotizaciones hasta por $ 350.000 de salario, mientras que los ingresos por sobre ese monto van a la cuenta individual de la AFP. Todo esto, sin eliminar los beneficios del Pilar Solidario.