Aunque restan casi cinco años para el Mundial de Fútbol 2030, que tendrá como anfitriones a España, Marruecos y Portugal, cada país está tomando las medidas necesarias para cubrir las exigencias que demandan la FIFA y los miles de extranjeros que arribarán.
En el caso de Portugal, pese a que sus principales ciudades -como Lisboa y Oporto- reciben miles de turistas al año, la demanda mundialera presionará la oferta hotelera.
Ante esta situación, el sector privado se está adelantando y la gestora de fondos portuguesa Vida Cap espera levantar recursos en Chile y el resto del mundo para invertir en este negocio.
La socia fundadora de Vida Cap, María Álvarez, dijo a DF que “los países que son sede del mundial tienen una apreciación en inversión hotelera en torno al 20% y 25%”.
Sin embargo, aseguró que la principal razón que ha impulsado la inversión en el país es la posibilidad que tienen los extranjeros de acceder a una visa de residencia conocida como Golden Visa.
Ciudadanía
A través del programa Golden Visa, implementado en 2012, Portugal permite obtener residencia y eventualmente la ciudadanía mediante una inversión mínima de 500 mil euros (más de
US$ 587 mil).
De acuerdo con el socio del estudio de abogados portugués CCA, Tomás Assis, la principal ventaja es que “para gestionar la ciudadanía solo se debe permanecer 14 días en territorio portugués cada dos años, junto con obtener un certificado de idioma básico. Además, la inversión puede realizarse en diferentes fondos”.
Atractivo turístico
Vida Cap cuenta con dos fondos de inversión enfocados en el sector turístico. Su estrategia consiste en adquirir hoteles infrautilizados, reformarlos, para posteriormente liquidar el vehículo.
Uno de ellos es “Vida Fund I”, un fondo que reunió más de US$ 25 millones, que están invertidos en distintos hoteles de la región de Algarve, en el sur de Portugal y cuya rentabilidad asciende a 12%.
Del total del fondo, un 10% del capital proviene de inversionistas chilenos, entre ellos, un family office que, atraído por la rentabilidad y la posibilidad de diversificar, apostó por el sector hotelero portugués.
Pero Álvarez aseguró que el grueso del capital local proviene de inversionistas interesados en la Golden Visa. “Son empresarios con riquezas de primera y segunda generación, que, por temas de seguridad, planificación fiscal y por residir en Europa, han optado por esta inversión”, aseguró.
El patrimonio de esos clientes oscila entre US$ 6 millones y US $ 470 millones, dijo.
La zona preferida por los inversionistas es Algarve, reconocida por sus playas mediterráneas, campos de golf y una ocupación hotelera promedio de 70%, que se ha incrementado luego de que el aeropuerto de Faro -su capital- se habilitó para vuelos internacionales, con conexión a Estados Unidos.
En abril de este año, la firma lanzó su segundo fondo, con el que planea levantar más de US$ 42 millones y liberar el capital en 2030.
Aunque ese fondo aún no cuenta con aportes de inversionistas locales, Álvarez señaló que “esperamos tener algún family office chileno invertido”, motivo por el cual están en proceso de realizar nuevos roadshows en Chile.
“Nos hemos reunido con estudios de abogados, asesores fiscales y family offices. Sobre estos últimos inversionistas, Chile es impresionante comparado con el resto de Latinoamérica por la sofisticación de sus equipos de inversión”, aseguró.