Las bolsas estadounidenses
sufrieron una violenta caída en la última jornada de la semana, afectadas por
el decepciónate dato de empleo conocido esta mañana en ese país y los temores a
una crisis de deuda en Europa luego que Hungría reconociera manipulación de
cuentas fiscales y no descartara un default.
El promedio
de industriales Dow Jones concluyó la sesión con una caída de 3,16% a 9.931,22
puntos. Con este resultado, el indicador más importante de Wall Street cerró la
semana con una caída acumulada de 3,46%, pérdidas que en el balance del año
llegan a 4,76%.
Se trata,
además, de su nivel más bajo desde el ocho de febrero pasado (9.908 unidades).
El índice
S&P 500, que mide la evolución de las acciones de las 500 empresas más
grandes de Estados Unidos, cerró la sesión con una caída de 3,44% a 1.064
puntos.
En el
mercado Nasdaq, las acciones tecnológicas perdieron 3,64% y acabaron en los
2.219 puntos.
Claves del
día
Antes de la
apertura, el Departamento del Trabajo de Estados Unidos anunció una caída de
dos décimas del desempleo en mayo a 9,7%. Sin embargo reveló que apenas se
crearon 431.000 puestos de trabajo, muy inferior a los 513.000 que esperaban
los expertos.
El otro
motor de las ventas fue Hungría. El Gobierno de ese país reconoció hoy que la
situación económica del país es muy grave y que presentará un plan para evitar
el camino de Grecia. Adicionalmente, reconoció que falseó sus cuentas fiscales.
Esta situación empujó a la Bolsa de Budapest a caer un 3,34%.
El vocero
del Gobierno húngaro, Péter Szíjjártó, afirmó hoy, en unas declaraciones
recogidas por la agencia local MTI, que la "economía (del país) está en
una situación muy grave".