Como es habitual en períodos de desaceleración, freno o recesión económica en el país, los chilenos han ido adaptando sus bolsillos a un contexto cada vez más desafiante que anima a un gasto austero en medio de una débil actividad.
En efecto, de acuerdo con una encuesta realizada por la firma Nielsen, comprar marcas de comestibles más baratas y reducir el gasto en entretenimiento fuera de casa fueron las dos principales acciones que realizaron los chilenos para ahorrar en los gastos del hogar durante 2015. La empresa de estudios de mercados destacó que 2015 fue un año de cambios en la economía que han afectado el consumo. Y ha señalado que al tiempo que los chilenos incrementaron sus preocupaciones por la estabilidad laboral, deudas y salud, modificaron sus hábitos de ahorro. De este modo, las cinco principales tendencias de los consumidores nacionales han sido cambiarse a marcas de comestibles más económicas, gastar menos en ropa nueva, reducir el entretenimiento fuera de casa, cortar o reducir las comidas fuera del hogar y ahorrar en servicios públicos, como la electricidad. Se trata sin duda de un fenómeno natural en la actual coyuntura y que habla de la flexibilidad del consumidor nacional.