Otro de los aspectos que sorprenden del actual estancamiento de la economía local, aparte que se ha originado en un contexto de actividad internacional muy positivo, es que se ha desarrollado también bajo un escenario financiero y de liquidez tremendamente favorable. Esto mucho más allá de una política monetaria expansiva que ha permitido que la tasa de instancia efectiva en términos reales sea negativa ya por 14 meses, situación que se extendería al menos hasta septiembre de este año, completando un período más prolongado que lo observado incluso en la crisis de 2008.
Respecto de las condiciones financieras externas, mucho se ha hablado del retiro de los flujos de capitales de países emergentes en los últimos meses lo que implicaría un escenario más complejo en términos de financiamiento. En primer lugar, efectivamente en promedio tanto los niveles de tasas de interés como de spread son mayores este año que lo observado en 2014. Sin embargo, si consideramos los últimos 6 meses, los niveles de tasas de interés de bonos corporativos en América Latina son similares al cierre de 2014 y en términos de spread se observa una disminución no menor en ambos casos. Una evolución similar se observa para los bonos de empresas chilenas emitidos en el exterior. Más allá de la trayectoria, sus niveles actuales siguen siendo históricamente favorables para el endeudamiento, por lo que no existen condiciones restrictivas que justifiquen bajo ningún punto de vista un menor incentivo para endeudarse e invertir por parte de empresas locales.
En el ámbito interno, a inicios de 2015 las perspectivas eran algo menos favorables en comparación al año 2014, período que se caracterizó por condiciones de liquidez históricamente positivas. ¿Qué ha sucedido en la primera parte del año? Por un lado, el monto administrado de FFMM de mediano y largo plazo ha disminuido un 13% respecto del peak observado el año 2014 pero se ha empinado un 5% en relación al cierre del año anterior. Claramente el pésimo desempeño que ha experimentando la economía chilena -que ha defraudado a quienes observaban con esperanza una recuperación a principios de año- ha permitido que los inversionistas sigan esperando un retorno positivo en los fondos de renta fija de mayor plazo. A nivel de spread de bonos se observa una tendencia muy similar al escenario externo que confirma mejores condiciones de financiamiento hoy en relación al cierre de 2014. En el mundo de intermediación financiera, en términos de spread el escenario es prácticamente el mismo que al cierre del año pasado y muy similar al del promedio de 2014. Respecto a las tasas base, si bien han aumentado en relación a los valores mínimos de este ciclo, en términos reales se mantienen por debajo de lo observado en la crisis de 2008.
En resumen, las condiciones financieras tanto locales como externas siguen favoreciendo la inversión pero la confianza e incentivos no existen. Las excepcionales condiciones de liquidez que por un tiempo prolongado han intentando sostener el crecimiento económico local solo son un fiel reflejo del difícil momento de la actividad interna y también hace evidente lo señalado por el Banco Central respecto del principal factor tras el estancamiento del PIB.