Potencialidad, inversión y un mal equilibrio
Alexis Montecinos Economista. Estudiante doctorado en finanzas. MIT
Alexis Montecinos
En los últimos días hemos visto que la actividad económica no parece recuperarse en el corto plazo. El último dato del Imacec repercutió negativamente en el mercado. Sumado a esto la inversión no parece remontar y las encuestas de expectativas económicas han empeorado en los últimos meses. A su vez y ligando los dos últimos puntos, peores expectativas implican una menor inversión debido a la proyección de menores flujos descontados.
Sin embargo, la potencialidad de la economía chilena, factor que debería ser relevante a la hora de tomar la decisión de inversión, sigue siendo fuerte. En lo estructural, nuestro país continúa siendo una economía ejemplar. Me he encontrado en la prensa con pronósticos de disminución en el PIB potencial, lo cual me parece muy extraño, pues nuestro producto de pleno empleo no cambia por datos transitorios de Imacec, ya que está dado por las características estructurales de la economía. A su vez, la política fiscal y monetaria siguen siendo favorables para la estabilidad del país. Muestra de esto es que Fitch mantuviera la clasificación de A+, con perspectiva estable para la deuda soberana chilena.
Entonces, si vemos la economía chilena en una perspectiva de mediano plazo, tomando en cuenta su potencial, nos daríamos cuenta que los pronósticos son bastante alentadores. De este modo, ¿por qué la inversión sigue una tendencia negativa? Esto se debe mayormente a las expectativas y a un mal equilibrio resultado de ellas. En teoría de juegos y luego del trabajo seminal de John Nash sabemos que existen equilibrios de mercado que se alejan del óptimo que se daría a través de la visión de Adam Smith de la mano invisible.
Lo que tenemos en este momento es precisamente uno de estos equilibrios, pues pese a tener una economía con características propicias para la inversión, los agentes del mercado están prefiriendo postergar sus decisiones o simplemente no hacerlas, debido a que los flujos parecen inciertos en un período corto de tiempo. De esta forma, si la empresa A no invierte, entonces B decide que es mejor no invertir ahora y así quedamos en un cuadrante donde nadie invierte.
La pregunta es, ¿cómo salimos de esto? Con una señal clara de la autoridad que la economía chilena sigue siendo la misma de siempre en el mediano y largo plazo. Necesitamos una señal que muestre en forma evidente que es lo que se pretende hacer y cómo se va a llevar a cabo. De esta forma y al eliminar las incertidumbre, saldremos del equilibrio negativo en el que nos encontramos.