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Columnistas

Todavía esperando una mejora de las expectativas…

Dalibor Eterovic

Por: Equipo DF

Publicado: Jueves 4 de junio de 2015 a las 04:00 hrs.

El escenario descrito en el IPoM presenta cambios menores y puede caracterizarse en cuatro puntos.

Primero, una inflación que se mantendría por sobre el rango meta hasta el tercer trimestre para luego ir lentamente convergiendo hacia el centro de este. Segundo, un tipo de cambio real que ya habría realizado gran parte del ajuste necesario para apoyar el rebalanceo estructural de la economía. Tercero, la economía al crecer bajo el potencial, está abriendo brechas de capacidad, lo que se ve reflejado en la baja creación de empleo privado.


Finalmente, se continúa esperando una recuperación gradual de la economía en la segunda mitad del año, aunque algo más lenta que lo esperado anteriormente. Esta se basa en el ajuste de tipo de cambio real, un escenario externo más balanceado y en el gran supuesto de una mejora en los niveles de confianza.
En números, las proyecciones de crecimiento local para 2015 caen 0,25 puntos porcentuales al rango 2,25-3,25%. Por el lado de la inflación, estas bajan levemente a 3,4% y 3,1% para este y el próximo año, respectivamente.


En términos de política monetaria, es menos restrictivo al mencionar que el retiro gradual del impulso monetario sería algo más tardío.


Además, señaló que la TPM seguiría una trayectoria similar a lo anticipado en las encuestas, es decir, subiría a principios del próximo año, y no tan rápido como lo implícito en los precios de mercado.


¿Qué incógnitas quedan? Primero, más allá de los factores internacionales, no está nada claro que en los próximos meses veamos una mejora en el ambiente político interno y en las expectativas económicas. Falta la implementación de la reforma tributaria, la discusión de la reforma laboral y el inicio del proceso constituyente, que por sí solos representan un gran desafío. Segundo, será clave la evolución de la política fiscal. En 2015, el fuerte crecimiento del gasto público (9,8%) afectó la composición de la demanda interna, entregó presiones para una apreciación real y más importante aún, le quitó espacios a la política monetaria.


Hacia adelante, si el gasto fiscal se expande en torno a 6% en 2016, todo lo demás constante, le restaría 0,8 puntos porcentuales de crecimiento a la demanda interna. Por supuesto, no todo los demás estará constante y lo que ocurra con el consumo y la inversión privados definirán el efecto final sobre el PIB. Si los privados postergan la reactivación del gasto, podríamos ver una desaceleración durante el próximo año. La buena noticia, es que a diferencia de países desarrollados que se encuentran con tasas nominales en cero, en Chile aún tenemos amplio espacio monetario para contrarrestar.


En resumen, todavía no me convence el escenario base del Banco Central de recuperación gradual con alzas de la tasa de política monetaria (TPM) a inicios del próximo año. La economía continúa mostrando signos de debilidad y las expectativas económicas no han mejorado. Si, como ha venido anunciando el nuevo ministro de Hacienda, la expansión del gasto fiscal se reduce significativamente, se abrirán espacios adicionales para bajas de TPM.

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