CAMBIO DE MANDO EN ARGENTINA

La mano de los Nobel de Economía en Chile

La familia Cueto financió los tres primeros años del J-PAL y Felipe Kast reconoce su influencia en el primer Ministerio de Desarrollo Social.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Viernes 18 de octubre de 2019 a las 04:00 hrs.
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Esther Duflo, Abhijit Banerjee
Esther Duflo, Abhijit Banerjee

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Aprimera hora de este lunes se conocían en Chile los nombres de los economistas acreedores del Nobel de este año. La francesa Esther Duflo y el indio Abhijit Banerjee, ambos del Massachusetts Institute of Technology (MIT); y el estadounidense Michael Kremer, profesor de Harvard, entraban a engrosar esta prestigiosa galería de conocimiento “por su enfoque experimental para aliviar la pobreza global”. Aunque en todo el mundo valoraron la definición de la Real Academia de las Ciencias sueca, dos chilenos celebraron especialmente: la presidenta de la Fundación Colunga, Esperanza Cueto, y el senador de Evópoli, Felipe Kast.

Si bien los ganadores del Nobel han centrado sus investigaciones en la pobreza, Duflo y Banerjee vienen trabajando desde el 2003 en el Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab (en el MIT), más conocido por su sigla J-PAL, que evalúa las políticas públicas antes de que se implementen para medir su efectividad.

En 2009, ese proyecto aterrizó en Chile de la mano de la familia Cueto Plaza -controladora de Latam- que financió los tres primeros años de esta iniciativa. Desde su instalación en el Campus San Joaquín de la UC -a cargo del economista y director científico Francisco Gallego- como de su internacionalización en Latinoamérica.

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Esperanza Cueto, presidenta ejecutiva de Fundación Colunga.

Alianza estratégica

La cercanía de la también directora de ComunidadMujer nació hace 10 años, cuando conoció el trabajo de Duflo y Banerjee en el MIT, a través de Ricardo Caballero. El economista y académico de esa casa de estudios, muy cercano a Enrique Cueto, “nos propuso el proyecto y nos entusiasmamos con el enorme desafío que tendría J-Pal en Chile y en la región”, recuerda la presidenta ejecutiva de Colunga, fundación que trabaja con la infancia en situación de pobreza.

A través de esta fundación, los Cueto financiaron este centro de investigación. “Estamos muy contentos de haber sido parte de este proyecto, en sus inicios en Chile y en su despliegue en Latinoamérica. También estamos orgullosos del reconocimiento que significa para Francisco Gallego y todo su equipo, quienes han realizado un trabajo extraordinario. Como Fundación Colunga sentimos que es un reconocimiento a nuestro permanente apoyo a mejorar las políticas públicas”, dijo Esperanza Cueto.

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Senador Felipe Kast (Evópoli).

Inaugurando J-PAL

Igual de orgulloso está el senador y exministro de Desarrollo Social Felipe Kast, quien conoce de cerca a todos los ganadores del Nobel. Sin embargo, la profesional francesa fue su primera jefa, durante siete meses, tras el doctorado que realizó en Harvard.

El parlamentario reconoce la influencia que recibió de estos economistas y asegura que parte de ésta se vio reflejada en su gestión como ministro.“Luego de haberlos conocido durante mis estudios, en conjunto con Esther Duflo y luego con Francisco Gallego, nos tocó abrir la oficina regional para Latinoamérica del Laboratorio para la Pobreza”, recuerda el senador por La Araucanía, quien se vio obligado a dejar esta labor, cuando fue invitado a integrar el gabinete de la primera administración de Sebastián Piñera.

Kast valora especialmente el impacto que estos economistas han tenido en la promoción de la evaluación científica de los programas sociales: “Al asumir como ministro seguí trabajando con ellos e hicimos una Comisión Brújula que convocó a distintos expertos en políticas públicas, justamente, para evaluar rigurosamente varias iniciativas sociales”. En esta instancia participaron, entre otros, la propia Esther Duflo y el exministro de Hacienda, Andrés Velasco.

Políticas públicas en terreno

Gallego es el rostro de la oficina que actúa como el centro neurálgico desde donde se articulan las investigaciones para toda América Latina. Transmite con entusiasmo la devoción por su labor. Asegura que uno de los mensajes que J-Pal pretende difundir es que la información mejora las oportunidades entre las personas más vulnerables.

“Lo especial de J-Pal es que después que se aprende algo de modo muy riguroso tratamos de que ayude a hacer mejores políticas públicas”, explica. Desde su punto de vista, J-Pal logró instalar en Chile el método de que las políticas públicas sean evaluadas antes de ser implementadas. Ello se transfomó en una práctica, cuya efectividad permitió validar el método en el mundo político y técnico. Tanto así que el propio Gallego fue invitado a coordinar la mesa por la reducción de la jornada laboral, “para que se sumara una visión técnica como la que tiene J-Pal”.

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