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Inmigración potencia el desarrollo del país

“La evidencia internacional es contundente en señalar que (la inmigración) potencia el crecimiento de la economía y entrega nuevos bríos al desarrollo. No seamos miopes y aprovechemos bien la oportunidad”, Sergio Lehmann Beresi, economista jefe Corporación Bci.

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La inmigración en nuestro país ha venido creciendo con gran rapidez en los últimos años, introduciendo nuevas energías y enriqueciendo la cultural nacional. Cada vez es más habitual ver extranjeros participando en las más diversas actividades y sectores económicos. Frente a este escenario, el gobierno ha reconocido la necesidad de modernizar la ley de inmigración, de forma de disponer de un marco que regule de mejor manera la inserción del migrante y se aprovechen de buena forma sus potencialidades. Hoy en día, en torno al 4% de la fuerza de trabajo está constituido por extranjeros, lo que aún es una cifra baja si se compara con el 7% a 10% que se advierte en economías desarrolladas. Por tanto, si bien es un fenómeno relativamente nuevo para nuestro país, la llegada de inmigrantes es parte del proceso de evolución que se observa en economías que avanzan hacia el desarrollo.

Por tanto, veremos en los próximos años que continuará aumentando con fuerza el flujo de personas que busca un mejor futuro en Chile, lo que conlleva un impulso al crecimiento, tal como la evidencia empírica lo muestra.
En su último Informe de Política Monetaria, el Banco Central analizó la contribución al crecimiento de la fuerza laboral, reconociendo que la llegada de los inmigrantes a nuestro país ha elevado el aporte del trabajo al crecimiento de la economía, mientras que la calidad de la educación y la incorporación de la mujer a la fuerza laboral, son factores que han ido moderando su contribución. Eso pone de manifiesto que es clave poner más energías y recursos en potenciar la calidad de la educación y fomentar la participación de la mujer en el mercado del trabajo, que se ha estancado en torno a una tasa de 45%, muy por debajo de lo que se registra en el mundo desarrollado. El envejecimiento de la población, en tanto, junto a la menor tasa de natalidad, comienza a restar impulso al crecimiento.

Desde el punto de vista económico, es importante hacer ver que la evidencia empírica muestra que los extranjeros que llegan al país –descontando a los delincuentes que deberían ser impedidos de ingresar–, vienen con ganas de aportar a la actividad y buscar una mejor vida, entendiendo el sacrificio que hacen al salir de sus países de origen. Muchas veces dejan a sus familias y se aventuran en un camino que la mayoría de las veces presenta obstáculos.

Y es precisamente por esta selección casi natural, que son mucho más productivos que la media de los trabajadores del lugar que provienen, destacando su compromiso y ganas de salir adelante. Así lo muestra un trabajo reciente de Clemens y Pritchett, de la Universidad de Harvard, al evaluar datos para EE.UU., Australia y Holanda. La productividad media de los inmigrantes en esos países se ubica en 1%, cifra superior al registro de productividad total que vemos en Chile. En consecuencia, no tiene sustento alguno establecer mayores restricciones a la llegada de trabajadores extranjeros.

Cabe destacar que algunos economistas plantean que la sociedad del futuro estará organizada en torno a grandes centros urbanos. En este ámbito, resalta el aporte de Schlingmann y Nordström, quienes en su libro "Urban Express" subrayan la urgencia de fortalecer la colaboración a todo nivel de la sociedad para continuar desarrollándose, dado el aumento exponencial del conocimiento, tanto en dimensión como en complejidad. Esto lleva a que las megaciudades, que concentran una amplia gama de capacidades y habilidades, tomen un rol protagónico, potenciando el papel que juegan los migrantes.

El tejido cultural y económico de Chile se ha ido enriqueciendo con la llegada de extranjeros. Y éste es un proceso que seguirá adelante en los próximos años, por lo que es importante que en el Congreso se dé prioridad y recursos suficientes para abordarlo de manera efectiva. La evidencia internacional es contundente en señalar que esto potencia el crecimiento de la economía y entrega nuevos bríos al desarrollo. No seamos miopes y aprovechemos bien la oportunidad.

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