Una jueza validó las acusaciones en la demanda de Elon Musk que alega que OpenAI rompió su promesa de funcionar como una organización benéfica pública al planear transformarse en una empresa con fines de lucro, transición que todavía está en proceso.
La jueza federal de distrito Yvonne Gonzalez Rogers, en Oakland, California, falló el jueves que la persona más rica del mundo puede seguir adelante con sus acusaciones de fraude en la demanda que presentó contra OpenAI el año pasado. También se negó a desestimar una acusación por enriquecimiento injusto contra OpenAI y Microsoft Corp., un importante inversionista en la startup.
Sin embargo, desechó las acusaciones por publicidad engañosa y por incumplimiento del deber fiduciario contra la startup. Ambas compañías lograron que se desestimaran las acusaciones de asociación ilícita (racketeering) presentadas por Musk, aunque la jueza le dio al multimillonario la oportunidad de reformular esa acusación mediante una demanda enmendada.
En respuesta a una solicitud de comentarios, un portavoz de OpenAI citó una publicación en redes sociales del mes pasado, donde se afirma que las acciones de Musk son un intento ilegal de frenar el crecimiento de la compañía en beneficio de su startup rival, xAI, que lanzó en 2023.
Un abogado de Musk celebró el fallo, diciendo que reconoce sus “acusaciones serias”, que avanzarán hacia juicio.
“Mi cliente sigue comprometido con proteger la misión benéfica original de OpenAI y el desarrollo seguro de la inteligencia artificial”, dijo el abogado Marc Toberoff en un correo electrónico.
Representantes de Microsoft no respondieron de inmediato a la solicitud de comentarios.
Disputa legal
El enfrentamiento legal entre Musk y Sam Altman, quienes trabajaron juntos para fundar OpenAI hace una década, ocurre mientras la startup mantiene conversaciones con autoridades de Delaware y California sobre sus planes de reestructuración, enfrentando presiones para completar la transformación antes de fines de 2025.
De no hacerlo, SoftBank Group podría reducir de US$ 30 mil millones a US$ 20 mil millones el financiamiento comprometido para la startup, según informó Bloomberg, mientras que OpenAI tendría la opción de buscar otros inversionistas.
Gonzalez Rogers ya había adelantado que tenía la intención de reducir el alcance de las acusaciones al programar un juicio sobre la disputa para marzo.
Musk ha alegado que la alianza que OpenAI forjó con Microsoft después de que él dejó el directorio de la startup en 2018 es un intento por dominar la industria de IA generativa, lo que amenaza la libre competencia en el mercado.
Sus abogados también afirman que Microsoft sabía que los cofundadores de OpenAI, Altman y Greg Brockman, estaban involucrados en “un plan para defraudar a Musk de sus valiosas contribuciones y respaldo, con el fin de enriquecerse”.
Gonzalez Rogers accedió a la solicitud de OpenAI y Microsoft para desechar la acusación de que ayudaron en el fraude. Pero falló que Microsoft debe enfrentar las acusaciones de interferencia con el contrato entre OpenAI y Musk, el cual, según Musk, establecía que la tecnología de la startup debía beneficiar al público.
Musk ha “alegado de manera plausible que Microsoft conocía la existencia del fideicomiso benéfico y tomó medidas que constituyen ‘asistencia o estímulo sustancial’ en la violación” del contrato, señaló Gonzalez Rogers en su fallo.
El caso es Musk v. Altman, 24-cv-04722, Tribunal de Distrito de EEUU, Distrito Norte de California (Oakland).