La demanda de créditos hipotecarios habría registrado un fortalecimiento en junio, de acuerdo al 28% de los bancos encuestados por el Banco Central. Ello obedecería a condiciones más atractivas de tasas de interés, indicó la entidad.
En tanto, la demanda por créditos de consumo también anota una mejora, reduciéndose a 11% la cantidad de entidades que observaron un debilitamiento, en comparación al 47% de la encuesta anterior. Este debilitamiento respondería a un empeoramiento de las condiciones de ingresos de los clientes.
Pese al aumento de demanda de créditos hipotecarios, las condiciones de aprobación de créditos a empresas inmobiliarias y de
construcción se han restringido para un 11% y 17% neto de las
instituciones encuestadas, respectivamente (59% en la encuesta
anterior, en ambos casos). Lo anterior debido al deterioro del entorno
económico y el aumento del riesgo de crédito de estos clientes.
Por otro lado, un 50% neto de los bancos percibe un debilitamiento de
la demanda de las empresas inmobiliarias (59% en la encuesta anterior),
debido al menor dinamismo de este sector.
Restricciones
El 10% de las instituciones encuestadas señaló que los estándares de aprobación se han vuelto más restrictivos para el conjunto de grandes empresas (respecto a un 60% en la encuesta anterior), mientras un 16% neto indica mayores restricciones a pequeñas y medianas empresas (frente a un 44% en la encuesta anterior).
Esto se atribuye a cambios del entorno económico y sus perspectivas y a una evaluación menos favorable del riesgo de crédito de los clientes.
Solicitudes
Un 43% de las instituciones encuestadas indica que las solicitudes de nuevos créditos por parte de las grandes empresas se han mantenido estables, mientras un 58% de los bancos encuestados señala lo mismo para las pequeñas y medianas empresas.
Para las grandes empresas, esto respondería a un aumento de las necesidades de capital de trabajo, compensado por una disminución de la inversión en activo fijo. En tanto, las pequeñas y medianas empresas estarían acudiendo a la banca para sustituir otras fuentes de financiamiento, a pesar de disminuir también su inversión en activo fijo.