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Smartwatch, transporte por aplicaciones y harina de maíz son parte de los productos que renovarán canasta del IPC en 2024

El INE está en proceso de cambio del grupo de bienes y servicios que determinarán el Índice de Precios al Consumidor. A las actuales 12 divisiones, se integrará la de Seguros y Servicios Financieros.

Por: Jaime Troncoso R. / Interactivo: Claudio Pérez | Publicado: Lunes 10 de abril de 2023 a las 04:00 hrs.
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Fotos: Bloomberg y Reuters
Fotos: Bloomberg y Reuters

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El gasto de los hogares ha ido cambiando a lo largo de los años y también los productos que consumen y usan. Un ejemplo muy gráfico son las líneas de telefonía fija, que a fines de los ochenta eran 5,3 por cada 100 personas, subieron a 22,2 en los 2000 y en la actualidad casi han desaparecido de la mano de la masificación de los celulares. Ahora, existen 132 aparatos móviles por cada 100 personas.

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Esta evolución se reflejará en la nueva canasta en que se sustenta el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que será presentado con su nuevo año base 2023 el 8 de febrero de 2024, cuando se conozca el IPC de enero.

Luego de cinco años, como lo sugieren los organismos internacionales como la OCDE, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) realizará el ajuste a la Encuesta de Presupuestos Familiares, que es la materia prima para calcular el gasto de las familias en las principales capitales regionales de Chile.

El trabajo en terreno para la encuesta, que partió en octubre de 2021 y se extendió hasta septiembre de 2022, involucró a varias de las áreas del INE para luego comenzar a trabajar con un comité de expertos en el que participan diferentes actores del sector público y privado. Entre ellos, se cuentan economistas jefes de bancos e instituciones financieras, de universidades y representantes de los ministerios de Hacienda y de Economía.

El Banco Central, uno de los principales usuarios de este índice, no está participando en esta instancia, aunque “existen reuniones fluidas y continuas” entre ambos organismos.

Un desafío en este proceso ha sido la pandemia provocada por el Covid-19, que ha llevado a aplicar cambios metodológicos sugeridos por organismos internacionales.

“Queremos capturar los patrones de consumo de los distintos hogares. En términos tradicionales, lo que se hace es tomar los bienes y servicios que tengan cierta representatividad, que cumplan ciertas condiciones para ser incorporados en una canasta”, explica el subdirector técnico del INE, Leonardo González.

En la actualidad, los productos de la canasta de bienes y servicios son 303. Cada uno de ellos tiene un peso específico en el gasto de los hogares.

En este contexto, el INE ha avanzado en la toma de información de registros administrativos y de las Cuentas Nacionales para complementar la medición de los productos de la canasta.

“Hay ciertos elementos que en la Encuesta de Presupuestos Familiares, por su naturaleza de medición no quedan bien reflejados y ello se corrige con datos administrativos. Por ejemplo, sabemos a priori que el gasto en bebidas alcohólicas está subponderado, ya que hay un tema social”, grafica González.

Entonces, explica, “lo que hacemos son procesos de ajuste con fuentes externas, como las Cuentas Nacionales del Banco Central, que tiene también mediciones de consumo de los hogares”.

Agrega que “lo que interesa es tener una fotografía lo más precisa posible del consumo de los hogares”.

Los que entran y los que salen

La Encuesta de Presupuestos Familiares determina que productos están siendo consumidos por los hogares en Chile y una vez identificados, si su peso es relevante en cuatro de los cinco quintiles -grupos en que se divide a la población a partir del nivel de ingresos- podría ingresar a la canasta, si su umbral de gasto es mayor al 0,02% del total.

De ahí la posibilidad de que la nueva canasta ya no cuente con algunos productos que han ido perdiendo peso por factores tecnológicos o por cambio en el patrón alimenticio.

Entre los candidatos a salir de la canasta -junto con la ya citada telefonía fija- son las cámaras fotográficas y el servicio de revelado, artículos para la reparación de vestuario y el servicio de fotocopiado.

Por el contrario, el gasto ha subido en nuevas tecnologías y en alimentos. El nuevo IPC debiera reflejar lo que pase con los precios de los smartwatchs, el streaming (Netflix, Disney+, HBO, y otros) -que estuvieron a punto de entrar la vez anterior y no lo hicieron- y los nuevos alimentos en la dieta de los chilenos, como las harinas de maíz, el apanado de pollo, los sustitutos vegetales de la carne y las bebidas vegetales.

Otros de los ítems que podrían aparecer son los productos de jardinería y las máquinas de ejercicio.

En este escenario, hay productos que mantendrán su protagonismo, como es el pan, que es consumido por el 98% de los hogares y que debería seguir con una ponderación importante en la canasta. El segundo producto más consumido en términos de cantidad son las bebidas gaseosas.

Las novedades de la nueva canasta alcanzarán también a las actuales 12 divisiones del IPC. El próximo año se integrará una nueva, que es la de Seguros y Servicios Financieros, de manera de hacer un seguimiento más preciso del impacto que pueden tener la evolución de precios de seguros y servicios financieros en el IPC.

Acorde con las tecnologías, el INE usará la captura automatizada de información de pasajes aéreos, paquetes turísticos y productos tecnológicos, que se conoce como web scraping.Hoy los precios se leventan en terreno.

La credibilidad en la entrega del indicador

El IPC, que representa el valor del costo de la vida de los hogares en Chile, recoge desde 1928 la variación que han tenido cada mes los precios de los bienes y servicios que se consumen. El indicador es referencia para los reajustes de contratos como arriendos, créditos, pensiones de alimentos, entre otros, así como de la Unidad de Fomento (UF) y la Unidad Tributaria Mensual (UTM).
También es el indicador para que el Banco Central cumpla con su labor de velar por la estabilidad de la moneda, esto es, mantener la inflación baja y estable en el tiempo.
Por ello, la importancia de su credibilidad en todo momento. El subdirector técnico del INE, Leonardo González, señala que la entrega y confección del IPC está sometido a elementos de calidad, rigurosidad y a un cuidado especial. “Es un protocolo bien cuidado al interior del INE. Está focalizado en la Subdirección Técnica y es un equipo reducido donde se hacen cálculos paralelos. La generación de los boletines es automatizada y eso reduce la cantidad de gente que puede conocer el dato. Ni el ministro de Hacienda o Economía ni ninguna autoridad se les entrega antes de estar publicado”, dice.

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