Pocos se están librando de los efectos que traerá al país la desaceleración económica prevista para 2012. Si bien existen algunos sectores productivos que alcanzarán resultados de dos dígitos -como la construcción y servicios financieros- estos no logran la suficiente fuerza para empujar el carro del crecimiento. De este modo, se sigue ratificando que el Producto Interno Bruto (PIB) del próximo ejercicio será inferior al promedio de 6,5% que la mayoría de los expertos, incluyendo el Ministerio de Hacienda (6,6%), esperan para este año.
Así las cosas, el escenario de gran parte de las ramas productivas modera su estimación, al punto, que sectores como la minería bajan su estimación para 2012, pese a que el cobre ha anotado precios récord.
Desde la otra vereda, el agro con un menor valor del tipo de cambio y el bajo dinamismo que registra este año, apuesta a mejorar su trayectoria la temporada que viene pasando desde un 1% actual a un rango cuyo piso lo ubica en 2,8% y un techo de 4%.
Otro sector que seguirá creciendo, pero a un menor ritmo es el comercio. Para los representantes de este rubro es clave el aporte que hará la estabilidad que muestra el mercado laboral. Ello, porque los consumidores están observando un alza en las remuneraciones y el desempleo se mantendrá en tasas promedio de entre 7% y 7,6%.