El Consejo de Alta Dirección Pública (CADP) y algunos representantes de los principales centros de estudios del país, se reunieron ayer en un encuentro que generó amplio consenso y cuyas conclusiones estuvieron marcadas por la necesidad de perfeccionar y fortalecer el sistema.
El CADP -integrado por Carlos Williamson, presidente y director del Servicio Civil, y por los consejeros Rafael Blanco, Beatriz Corbo, Rodrigo Egaña y María Loreto Lira- ha estado impulsando una serie de reuniones para compartir puntos de vista sobre cómo mejorar el sistema, y en esta ocasión fueron diversos think tank los encargados de compartir visiones en torno al mecanismo creado para profesionalizar los altos cargos del Estado.
“Nuestro objetivo es aportar a la discusión sobre cómo fortalecer un sistema que le ha hecho bien al país y que a siete años de su creación necesita perfeccionarse. En esto no hay una opinión distinta y los centros de estudios coinciden con esta mirada”, indicó Carlos Williamson al respecto.
A la reunión asistieron Luis Larraín, director del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD); Macarena Lobos, secretaria ejecutiva del Programa Legislativo de Cieplan; Jaime Bellolio, subdirector de la Fundación Jaime Guzmán y Cristina Orellana, secretaria ejecutiva del Centro Democracia y Comunidad (CDC). Se sumó a ellos, Jorge Marshall, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Andrés Bello y ex Expansiva.
“La administración de un Estado moderno es de especial dificultad, ya que no sólo se trata de un sistema complejo, sino que no hay claridad ni consenso en un único objetivo o estrategia a seguir”, señaló Jaime Bellolio, subdirector de la Fundación Jaime Guzmán, para luego añadir que “en esa lógica, un sistema de Alta Dirección Pública que cuente con legitimidad política e institucional, más que sólo hacer selección de candidatos para cargos específicos, debe ir hacia gestionar el talento directivo, tanto en su capacitación permanente, como en producir sinergias”.
Modernización del aparato estatal
Macarena Lobos, de Cieplan, afirmó que en los últimos veinte años se avanzó en la modernización del Estado, “siendo un hito fundamental la creación del Sistema de Alta Dirección Pública”, pero que hoy, con la maduración del sistema, “existe amplio consenso en la necesidad de perfeccionarlo, abarcando elementos como el mejoramiento de los convenios de desempeño y el mecanismo de remoción de los altos directivos, entre otros”, aseguró.
Para el director de LyD, Luis Larraín, es muy importante estudiar a futuro cambios más ambiciosos destinados a profesionalizar la administración pública, para “tener una política de recursos humanos en el sector público y perfeccionar los convenios de desempeño entre altos directivos públicos y los ministerios”.
Una opinión similar tiene Cristina Orellana, secretaria ejecutiva del Centro Democracia y Comunidad, quien explicó la relevancia de contribuir al debate país sobre ADP. “Este es un problema que trasciende a los gobiernos y los colores políticos y dice relación con la construcción de un modelo que esté más allá del gobierno de turno”, dijo, y citó el ejemplo de lo sucedido en 2010, en que cerca del 60% de los directivos de primer nivel fueron desvinculados de sus cargos.
Esta iniciativa se desarrolla justo en momentos en que la Comisión de Hacienda del Senado discute un proyecto de ley que perfecciona la ADP, por eso el énfasis en que parlamentarios de distintas bancadas, universidades y otros actores relevantes del quehacer nacional participen del diálogo, algo que contempla también la realización de un seminario internacional en la materia en los próximos meses.