Una Isapre de médicos. Ese eslogan garantizaba la credibilidad asociada al uso de una bata blanca. Sumado a esto, durante una década la aseguradora reajustó sus precios sólo dos veces. Todo eso le permitió incrementar su cartera de cotizantes en nada menos que 479% desde 2006.
Pero ¿quiénes son los dueños de Masvida? A fines de los ochenta un grupo de médicos, liderados por Claudio Santander, presidente de la compañía, fundaron Masvida con el objetivo de dar cobertura de salud a sus colegas de profesión y para acceder a ellas se constituyeron sociedades médicas.
Fue así como nacieron los primeros inversionistas que en forma exclusiva permitía a sus socios ser beneficiarios de la Isapre. Ahora estas entidades son 84 a nivel nacional y cada una está integrada por hasta 99 médicos.
El número de socios de cada una de estas organizaciones no es al azar. La decisión de fijar un límite responde a que desde su origen el directorio definió que las sociedades constituyentes de la firma sean únicamente sociedades anónimas cerradas.
La compañía, que ha sido cuestionada por inconsistencias contables y cuyas operaciones entre empresas relacionadas habrían generado un déficit que se estima en $ 115 mil millones, unos US$ 177 millones.
En medio de esta crisis, Masvida ha recibido cuatro ofertas de compra de parte de Southern Cross, Gamma Capital, ICC Farma -ligado a Guillermo Harding-, y Nexus Partner LLC, siendo está ultima la única que queda en carrera luego que los tres primeros inversionistas abandonaran sus propuestas a raíz de “inconsistencias contables” en los estados financieros de la empresa de salud.
¿Quién fiscaliza?
Esta es una de las preguntas que ronda a los 7.000 médicos socios de la compañía, quienes además coinciden en que en este caso ha habido una fiscalización deficiente.
La isapre Masvida al estar constituida sólo por sociedades anónimas cerradas, se rige sólo por los normas que establecen sus estatutos y sólo se le exige hacer una junta anual de accionistas. Algunos de ellos aseguran que mantienen sólo un título de la firma solo para asegurarse el acceso al plan médico socio.
Esto explica la atomizada estructura de la firma. Distinta es la situación de las sociedades médicas Uno, Dos, Tres, Cuatro, Cinco, Seis, Siete y Ocho, fundadoras de la compañía. Aquí están grupos de inversión nacidos en Concepción, como la Sociedad Inversiones en Salud Número Dos a la que pertenece el Dr. Santander y preside Ricardo Burmeister, también miembro del directorio de Empresas Masvida. Estas ocho sociedades manejan en promedio entre 200 y 500 acciones.
La abogada Macarena Laso, socia del estudio Morales & Besa, explica que las sociedades anónimas cerradas no están sujetas a la vigilancia de la Superintendencia de Valores y Seguros, como sí sucede con las abiertas, por lo que tienen una menor fiscalización. “Se regulan sólo en relación a sus estatutos y sólo deben reportar ante Impuestos Internos, como todos los demás”, aclara la especialista quien precisó que es la Superintendencia de Salud la que vigila a estas empresas.
Héctor Sánchez, académico ISP UNAB, advierte que esto no es suficiente: “La Super de Salud sólo puede fiscalizar a la Isapre, no a la matriz u otras filiales y veo que ahora se concentró sólo en el cumplimiento de los contratos y alzas de precios y prestadores, pero no veo una fiscalización oportuna en los estados financieros”, aseguró.