Latam Airlines reportó pérdidas por US$ 89,67 millones de dólares en el primer semestre del año, lo que supone una leve mejora frente a los números rojos por US$ 100 millones anotados en igual lapso de 2014.
Sólo en el segundo trimestre, la mayor aerolínea de Sudamérica anotó pérdidas por US$ 49,72 millones. La cifra es peor a lo que esperaban los expertos, aunque ligeramente mejor a los números rojos por US$ 59,8 millones del mismo periodo del año pasado.
Los ingresos totales durante el segundo trimestre disminuyeron un 20,8% a US$ 2.311 millones, lo que se explica por el débil escenario macroeconómico en Brasil y las "significativas" devaluaciones de monedas locales.
"El difícil escenario macroeconómico en Brasil, causado por un aumento en la inflación, caída del PIB –estimado entre 1,5% y 2,0%para el 2015-y una significativa devaluación del real brasilero versus el dólar estadounidense, ha dado lugar a una desaceleración en la demanda de operaciones de pasajeros domésticos e internacionales, así como las operaciones de carga", explicó la compañía aérea.
Latam Airlines reconoció que no ha sido inmunes a las "difíciles" condiciones macroeconómicas que han afectado a las economías de Latinoamérica, especialmente Brasil, y que los han llevado a hacer algunos ajustes.
"Estos ajustes, incluyendo reducciones de capacidad en el mercado doméstico brasileño, son una respuesta necesaria a los retos actuales, pero en ningún modo alteran nuestros planes estratégicos a largo plazo", dijo la aerolínea.
Ajustes y plan de flota
El grupo comunicó que, considerando el impacto de la débil situación económica en Brasil, TAM anunció que ajustará su red doméstica al reducir su capacidad en aproximadamente 8 y 10% a finales de año.
Como resultado, la Compañía ha revisado el crecimiento de capacidad (ASK), para este año, para el mercado doméstico de Brasil de un crecimiento de 0% a una contracción entre 2 y 4% en comparación con el de 2014.
En ese contexto, Latam Airlines anunció que está revisando su plan de flota y requerimientos de flota para los próximos años, y está actualmente evaluando retrasar la llegada de un número de aviones de pasajeros de largo alcance, programados para entrega el 2017 y 2018, así como subarrendar al menos un avión carguero.