Un barco que transportaba unos 3.000 vehículos con destino a México fue abandonado en medio del Océano Pacífico tras incendiarse el martes, lo que pone de manifiesto el creciente riesgo para el transporte de vehículos eléctricos.
El humo se avistó inicialmente saliendo desde el área de la cubierta del Morning Midas, que transportaba unos 800 vehículos eléctricos, según informó Zodiac Maritime, la empresa gestora del barco. La tripulación inició las labores de extinción de incendios, pero no se pudo controlar el fuego, añadió.
La Guardia Costera estadounidense evacuó a los 22 tripulantes y los trasladó a un buque mercante cercano. Zodiac indicó que se están desplegando equipos de rescate para apoyar las operaciones de salvamento y extinción de incendios. Un portavoz de la empresa se negó a comentar sobre la propiedad de los vehículos.
El barco zarpó del puerto chino de Yantai el 26 de mayo, según datos de seguimiento de buques recopilados por Bloomberg. Anteriormente, hizo escala en otros dos puertos del país: Nansha, en el sur del país, y Shanghái.
La demanda de baterías de iones de litio, incluidas las de vehículos eléctricos, supone un nuevo riesgo para el sector naviero mundial, especialmente dado el valor de los vehículos a bordo de los buques de transporte de automóviles más grandes, según un informe publicado el mes pasado por el gigante asegurador Allianz.
Si bien estos buques transportan miles de vehículos simultáneamente por los océanos del mundo, varios incendios importantes han suscitado preocupación sobre su transporte. Estos incidentes pueden tener importantes consecuencias para los fabricantes de automóviles, los armadores y las compañías que los aseguran.
Siniestros más difíciles de controlar
Los incendios que involucran vehículos eléctricos suelen ser más difíciles de extinguir y más peligrosos de combatir. Las condiciones de un buque de carga lleno de automóviles limitan la ventilación, lo que puede intensificar rápidamente el calor. El entorno confinado y revestido de acero hace que la extinción de incendios y los rescates sean significativamente más peligrosos.
Además, cuando un vehículo eléctrico arde, lo hace durante más tiempo y el fuego se intensifica. Las llamas pueden acelerarse mediante reacciones en cadena y descontrolarse rápidamente, un proceso denominado fuga térmica. Los incendios de vehículos eléctricos pueden requerir hasta 8.000 galones de agua para enfriar las baterías de iones de litio.
En 2022, un buque que transportaba unos 4.000 vehículos se incendió en el Atlántico y se hundió a pesar de los esfuerzos por remolcarlo. Un año después, otro barco con cerca de 3.000 vehículos a bordo se incendió cerca de la costa holandesa.
Los armadores han tomado medidas para intentar gestionar los riesgos de seguridad que conlleva el transporte de vehículos eléctricos. El año pasado, un importante grupo de seguridad publicó directrices sobre cómo abordar los incendios a bordo de los buques.