BP capturó unos 23.725 barriles de crudo y prosiguió
con su proceso de completar y conectar los dos pozos alternativos que perfora
para detener la fuga, pero la amenaza de ciclones tropicales podría interrumpir
las operaciones.
El almirante del Servicio de Guardacostas, Thad Allen, designado por el
Gobierno del presidente Barack Obama para supervisar la respuesta al vertido,
dijo hoy a la cadena CNN que las autoridades estaban observando de cerca la
evolución meteorológica en la región del Golfo de México y el Caribe.
El temor del Gobierno tiene su origen en un boletín del Centro Nacional de
Huracanes (CNH, por su sigla en inglés) que advierte de un sistema de baja
presión al nordeste de la costa de Honduras y Grand Cayman (islas Caimán) y de
que existe un 70% de probabilidad de que se convierta en un ciclón tropical en
las próximas 48 horas.
Un avión de reconocimiento de la Fuerza Área se adentrará hoy en el sistema
para determinar si se convertirá en un ciclón.