El sitio de subastas por internet eBay fue
condenado hoy por el Tribunal de Comercio de París a indemnizar con más de US$61 millones al grupo de lujo francés LVMH por haber vendido
productos pirateados con varias de sus marcas y puentear sus redes
de distribución selectiva.
Louis Vuitton Malletier deberá recibir US$30 millones en
concepto de reparación por los perjuicios para la imagen y el "daño
moral" sufridos por esa marca a causa de los artículos subastados
por eBay.
El sitio internet tendrá que abonar otros US$26 millones
a Christian Dior Couture por las mismas razones.
Cuatro marcas de perfumes de LVMH (Christian Dior, Kenzo,
Givenchy y Gerlain) serán indemnizadas con casi US$5 millones
por las consecuencias negativas de la comercialización de productos
pirateados en su red de distribución selectiva.
Eso se desglosa en US$1,5 millones para Christian Dior, US$1 millón para Kenzo, US$1 millón para Givenchy y US$1 millón para
Guerlain.
Los jueces prohibieron, además, a eBay la divulgación de anuncios
de productos de perfumería y de cosméticos de esas marcas o de
artículos que se presenten como tales, bajo la amenaza de una multa
de US$78.000 diarios.
La casa de subastas en línea anunció que recurrirá la sentencia
inmediatamente por considerar que el dictamen responde más que nada
al "prestigio" de LVMH y es "totalmente indecente".
El director de eBay en Europa, Alexandre Menais, adelantó además
que pese a la amenaza de multa van a seguir vendiendo productos de
las marcas del grupo de lujo.
"Esta decisión muestra que el pirateo es un pretexto para algunas
grandes marcas para controlar los circuitos de distribución",
subrayó Menais, antes de añadir que "estas marcas tienen que
entender que estamos aquí para durar".
El origen del caso fue una demanda de LVMH, que reclamaba en
total unos US$78 millones por considerar que se había dejado
voluntariamente utilizar su plataforma para que se pusieran a la
venta productos pirateados.
El gigante francés del lujo también reprochaba a eBay
comercializar cosméticos y perfumes por un canal de distribución que
no es el autorizado por la empresa propietaria de todas esas marcas.