El gobierno británico ha transmitido a la
Comisión Europea sus dudas acerca de la viabilidad del plan que ha
presentado la compañía austríaco-canadiense Magna para adquirir la
marca de automóviles Opel, propiedad de la estadounidense General
Motors (GM).
El ministro de Empresa, Peter Mandelson, envió una carta
dirigida a la comisaria europea de Competencia, Nelly Kroes, en la
que advierte que el plan de reestructuración de Magna es
demasiado caro e injusto por su trato a las fábricas más
productivas, informa hoy el periódico "Financial Times".
"Está previsto que las plantas más eficientes del Reino Unido y
España trabajen por debajo de su capacidad en favor de otras plantas
de General Motors menos eficientes", denuncia Mandelson en su
escrito.
Asimismo, exige a la Comisión Europea que examine a fondo el plan
de Magna, que cuenta con obtener un crédito público, para comprobar
que tenga viabilidad comercial y no se base en subsidios y ayudas
públicas.
La Comisión Europea (CE) ya ha advertido de que no aceptará que
el aporte financiero al plan de rescate de Opel de cada país
afectado por la venta a Magna se vincule al número de despidos o
mantenimiento de la producción en sus territorios.
Los países en los que hay fábricas de Opel están discutiendo
actualmente su posible y controvertida participación en el crédito
de US$ 6.615 millones para salvar a
la compañía que Alemania ya ha aprobado.
En el caso de Alemania, la CE ha precisado que examinará
"cuidadosamente" si las autoridades germanas han incluido
condiciones no-comerciales en sus ayudas a Opel en relación a las
inversiones o a la distribución geográfica de las medidas de
reestructuración.