El 2 de abril será la fecha cuando se defina al sucesor del presidente ecuatoriano, Rafael Correa. El candidato oficialista, Lenín Moreno, y el opositor Guillermo Lasso se enfrentarán en segunda vuelta, luego de que ninguno alcanzara los votos necesarios para declararse triunfador en la jornada del pasado domingo.
“La tendencia es clara y está establecida”, dijo en rueda de prensa ayer el presidente del Consejo Nacional Electoral, Juan Pablo Pozo, encargado de aclarar la incertidumbre que se generó tras el retraso en la proclamación de los resultados oficiales que desencadenó multitudinarias protestas en todo el país y denuncias de fraude.
“No se le ha quitado ni se le ha puesto un voto a ningún candidato”, remarcó el titular del órgano electoral, quien indicó que el escrutinio ha concluido en 18 de las 24 provincias del país y prosigue en las seis restantes para examinar actas que presentan “inconsistencias”.
Con el 96% de las actas escrutadas, el representante del partido Alianza País y ex vicepresidente del actual mandatario, sumaba el 39,26% de los votos válidos frente al 28,31% de Lasso, un ex banquero que busca por segunda vez la jefatura de Estado.
Duro revés
A pesar de la marcada diferencia, el balotaje es un duro revés para el oficialismo que consiguió con Correa contundentes victorias en las urnas desde que asumió el poder en 2007. Será ésta entonces la primera vez en diez años que la nación irá a segunda vuelta, luego de que el gobernante lograra en cada una de sus participaciones más del 40% de los votos y una diferencia de diez puntos porcentuales sobre su más cercano rival.
Además, esto podría significar el fin del socialismo instaurado en el país y el avance de gobiernos que se inclinan por una economía de libre mercado en América Latina, si tal y como indican los sondeos, Lasso derrota a Moreno en el balotaje.
Durante su campaña, Moreno buscó convencer a sus seguidores con la promesa de continuar el proyecto político de Correa, centrado en programas sociales, participación activa del Estado en la economía y una mejor distribución de la riqueza. Sin embargo, los escándalos que salpican a funcionarios del gobierno en un caso de corrupción de la estatal Petroecuador y una red de sobornos de la brasileña Odebrecht le restaron valiosos puntos.
Juntando esfuerzos
Desde el domingo, la oposición inició contactos para respaldar al líder de la alianza CREO-Suma. “El país, el día de hoy, ha ganado al decidir cambiar un gobierno totalitario a través de las urnas (...) Votaremos por la candidatura del señor Lasso”, dijo la socialcristiana, Cynthia Viteri.
Correa ya se había adelantado a este panorama y advirtió ayer por Twitter que “si hay segunda vuelta, prepárense a la campaña sucia que hicieron los de siempre”.
En las elecciones legislativas, Alianza País, lidera el recuento. Si no hay variaciones obtendría la mayoría en la Asamblea y ganaría el Sí en la consulta popular contra los paraísos fiscales promovida por Correa.