El Gobierno de George W. Bush reiteró
hoy su fe en la ley de oferta y demanda y los mercados libres, al
criticar la decisión de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) de reducir la extracción de crudo.
La OPEP, en su sede en Viena (Austria), anunció hoy que sus
miembros reducirán la extracción de petróleo en aproximadamente 1,5
millones de barriles diarios a partir del 1 de noviembre, en su
primera disminución de la oferta de crudo en casi dos años.
Los once países miembros de la OPEP han estado poniendo en el
mercado unos 29,1 millones de barriles diarios, esto es 300.000
barriles por encima de la cuota que ellos mismos se habían fijado.
"Siempre ha sido nuestra opinión que el valor de las materias
primas, incluido el petróleo, debería determinarse en mercados
abiertos y competitivos, y no con este tipo de decisiones contra el
mercado", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Tony Fratto.
Por su parte, la portavoz del Departamento de Energía, Healy
Baumgardner, dijo que a Estados Unidos le preocupa, principalmente,
"que los mercados sigan estando bien abastecidos".
La OPEP tomó su decisión después de que los precios del crudo en
el mercado internacional cayeron desde unos US$147 por barril
en julio a los US$65 actuales, como reflejo de la caída de la
demanda en una economía global que se está frenando.