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Elecciones en Italia serán la próxima prueba para recuperación de Europa

La variedad de probables escenarios después de la votación incluye un parlamento sin mayoría absoluta, una gran coalición o un gobierno populista con una actitud mucho más confrontacional hacia Bruselas.

Por: Por James Politi | Publicado: Martes 2 de enero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Mientras la Unión Europea intenta recuperar la cohesión después del shock de la votación del Reino Unido por el Brexit y acelerar su recuperación, las elecciones italianas que se avecinan representan el mayor obstáculo político. El 4 de marzo, los votantes de la tercera mayor economía de la eurozona se dirigirán a las urnas en medio del apoyo menguado para el oficialista Partido Democrático (PD) pro-UE de centroizquierda y el creciente apoyo para la oposición euroescéptica.

La variedad de probables escenarios después de la votación incluye un parlamento sin mayoría absoluta, una gran coalición o un gobierno populista con una actitud mucho más confrontacional hacia Bruselas, incluyendo planes de cuestionar la membresía de Italia de la divisa única. Ninguno de los resultados significa más estabilidad para un país que sigue siendo un punto débil para el bloque de 28 miembros.

Se espera que los principales puntos en la carrera sean la economía deslucida de Italia y la crisis migratoria, que ha traído a más de 620 mil solicitantes de asilo al país a través del mar Mediterráneo en los últimos cuatro años.

Pero analistas dicen que las peleas políticas hasta ahora se han enfocado más en las personalidades de los líderes de partidos que en los grandes desafíos que enfrenta Italia.

Italia está en mejor situación que en las elecciones de hace cinco años, cuando todavía estaba en recesión y dificultades financieras. Se espera que haya crecido cerca de 1,5% en 2017, su mejor desempeño desde antes de la crisis financiera de la eurozona, mientras que los rendimientos de los bonos –y por lo tanto los costos de endeudamiento del gobierno- han caído significativamente desde la crisis.

Paolo Gentiloni, quien fue visto como el primer ministro provisional cuando asumió el cargo hace un año, ha ganado silenciosamente la aprobación pública. Sin embargo, Italia todavía está por detrás del desempeño del resto de la zona euro. Sigue siendo más vulnerable a los shocks financieros por sus altos niveles de deuda y la debilidad de su sistema bancario, cargado con una proporción relativamente alta de préstamos malos. Muchos italianos todavía luchan por sentir los beneficios de la recuperación, con la tasa de desempleo en 11,1%, más alta que el promedio de la UE.

Los líderes políticos que compiten por los votos son: Matteo Renzi, de 42 años, el líder del PD que fue primer ministro por tres años hasta la dramática derrota de sus reformas constitucionales en diciembre de 2016; Luigi Di Maio, de 31 años, el candidato del movimiento Cinco Estrellas; Silvio Berlusconi, de 84 años, quien prepara su regreso tras escándalos sexuales y una condena por fraude tributario; y Matteo Salvini, de 44 años, líder de la Liga Norte, con un mensaje estridente en contra del euro y la inmigración.

Resultado incierto

Sin embargo, dada la expectativa de un resultado confuso en las elecciones, los analistas y autoridades en Roma dicen que probablemente el próximo gobierno será liderado por un candidato de consenso: quizás Gentiloni de nuevo, si el PD tiene un desempeño sólido.

Si la centroderecha emerge en una posición más fuerte, algunos apuntan a Antonio Tajani, el presidente del Parlamento Europeo, como un potencial primer ministro. Es un aliado cercano de Berlusconi y Angela Merkel, la canciller alemana.

El resultado más disruptivo sería una coalición entre las fuerzas antieuro, si Cinco Estrellas logra un acuerdo con la Liga Norte y los Hermanos de Italia.

Los tres han cuestionado la membresía de Italia de la divisa única, en diferentes grados, han prometido inclinar la política externa hacia posiciones más amigables hacia Moscú y se opusieron a acuerdos de libre comercio. Di Maio dice que un referéndum sobre el abandono de euro sería un “último recurso” si Roma no logra cambiar las políticas económicas de la UE, en especial por reglas presupuestarias menos estrictas. Pero agrega que cómo están las cosas ahora, él votaría por abandonar el euro.

Renzi dice que una amenaza de Italia de abandonar el euro equivaldría a una “tontería”, pero no está claro si puede encabezar la campaña proUE que llevó al poder a Emmanuel Macron en Francia.

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