Los expertos y analistas coinciden en que el plan de ajuste era ineludible. Pero también aúnan criterios al señalar que puede ser incompleto. Para la mayoría, se esperaba un mayor adelgazamiento de la Administración Pública.
“No podía ser que lleváramos tanto tiempo con anuncios, era necesario hacer”, apunta Valentín Pich, presidente del Consejo General de Colegios de Economistas. La mayoría de los expertos coincide en la necesidad de llevar a cabo reformas, dada la situación económica actual del país y las presiones de Bruselas: “España está al borde del precipicio; si no se toman medidas drásticas en una situación así, supone tirar la toalla y abocarnos a la bancarrota”, advierte Luis Garicano, catedrático de Economía y Estrategia de la London School of Economics.
No obstante, hay dudas de si las medidas anunciadas eran las idóneas. Rafael Pampillón, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo, critica que “algunas de estas medidas se podrían haber evitado vía reducción del gasto público improductivo”.
Existe consenso entre los expertos en que quedaron en el tintero algunas medidas, especialmente en materia de reducción del gasto público: Carlos Rodríguez Braun, catedrático de la Universidad Complutense, denuncia falta de “valentía política” para acometer el recorte. Otros como Pampillón o José Luis Martínez, estratega jefe de Citi en España, reclaman una mayor reducción de las cotizaciones sociales de las empresas.
Las dudas sobre el éxito que tendrá en los mercados también son generalizadas. Pero todos coinciden en la necesidad de que el contexto internacional acompañe y en especial Europa, que “debe definirse a favor de la irrevocabilidad del euro y dejar atrás las políticas neonacionalistas de los últimos tiempos”, sostiene Juan Iranzo, presidente del Colegio de Economistas de Madrid.
Garicano duda si España podrá resistir las medidas con un 25% de desempleo y la red social a punto de quebrarse: “Si la sociedad aguanta el ajuste, España es viable”. En este sentido, el escenario macro en 2013 podría obligar, según Martínez, “a ajustes adicionales”.