Los mercados del viejo continente recuperaron la calma tras la tensión que experimentaron ayer y cerraron en positivo, salvo el DAX alemán. No obstante, al término de la semana alcanzaron números dispares.
En el caso del FTSE MIB acumuló una pérdida de 3,47% en los cinco días de la semana, a pesar de incrementarse un 1,12% en esta jornada hasta los 20.648,59 enteros.
Asimismo, el CAC 40 de París también cayó 0,47% en la semana, mientras que en el día subió 0,26% y quedó con 4.456,28 puntos.
El IBEX de Madrid, en tanto, acumuló una variación negativa semanal de 0,08%, pero en el día ganó 1,10%, su mejor sesión en una semana, obteniendo 10.478,70 unidades.
Por su parte, el FTSE 100 sumó un 0,22% en el día hasta los 6.855,81 puntos, obteniendo una ganancia acumulada de 0,61% en los cinco días de transacciones.
El DAX de Frankfurt fue el único indicador que perdió en la jornada de viernes con una variación negativa de 0,28% hasta los 9.629,10 enteros, su mínimo en una semana. No obstante, el indicador alemán consiguió una alza acumulada de 0,50%.
Durante la mañana los inversionistas intentaron la remontada, pero sin demasiado éxito. Los nervios volvían a aflorar con las informaciones sobre la existencia de un documento del Gobierno de Atenas en el que se recoge un impuesto a los tenedores de deuda griega entre los años 2012 y 2013, consigna el portal español Expansión.
La prima de riesgo de Grecia se ha vuelto a disparar hasta los 550 puntos y la Bolsa de Atenas ha sufrido caídas superiores al 3%. Los movimientos corporativos han quedado relegados a un segundo plano. El optimismo regresó a media sesión, cuando la recuperación de la banca vino apoyada por un buen dato de construcción de viviendas en Estados Unidos.